La Mezquita de Córdoba: Evolución Arquitectónica y Transformaciones Históricas
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La Mezquita de Córdoba: Expansiones Califales y Transformaciones Posteriores
La Mezquita-Catedral de Córdoba, un monumento emblemático de la arquitectura islámica en Occidente, experimentó significativas ampliaciones a lo largo de su historia, consolidando su majestuosidad y complejidad arquitectónica.
La Ampliación de Al-Hakam II (971 d.C.)
Al-Hakam II finalizó la tercera gran ampliación de la mezquita en el año 971 d.C. con la incorporación de impresionantes trabajos musivarios. Esta fase añadió 12 tramos o crujías, sumando un total de 32 a las 11 naves existentes, lo que incrementó notablemente la capacidad del oratorio.
Características Arquitectónicas Clave:
- La nueva qibla se construyó con doble muro, una innovación arquitectónica.
- Se erigió un bellísimo minbar y el mihrab definitivo, que, a diferencia de las hornacinas habituales, se concibió como una habitación de planta octogonal.
El Mihrab Definitivo: Detalles y Ornamentación
La fachada del mihrab sigue el esquema de la Puerta de San Esteban y se compone de tres partes diferenciadas:
- Zócalo: Con planchas de mármol y dos columnas procedentes del mihrab de Abderramán II, reutilizadas para esta nueva construcción.
- Arco: Presenta un frente de mosaico de oro decorado con ataurique. Las enjutas o albanegas, también doradas, exhiben un motivo circular muy característico de Al-Ándalus y el Magreb. Una franja azul con caracteres cúficos enmarca esta sección.
- Arquería Ciega: De tipo polilobulado, muestra una clara influencia abbasí, con un notable contraste entre el mármol blanco y los dorados que adornan los arcos.
Delante del mihrab, cubierto por una bóveda avenerada de yeso (originalmente decorada con oro, azul y otros colores), se construyó la maqsura. Esta ocupaba tres tramos y estaba coronada por sendas cúpulas de tipo califal o de nervios que no se cruzan en el centro, una característica distintiva de la arquitectura omeya cordobesa. La cuarta cúpula de este tipo se encuentra en el lucernario, conocido hoy como Capilla de Villaviciosa, situada en la nave central, en la primera crujía de esta ampliación, donde se hallaba el mihrab original. Las cuatro cúpulas califales adoptan una tipología de planta en forma de T.
Es en esta etapa de Al-Hakam II donde aparecen por primera vez los innovadores arcos de herradura apuntados, un sello distintivo de la arquitectura califal cordobesa.
La Ampliación de Almanzor
Posteriormente, Almanzor llevó a cabo una nueva ampliación. Debido a la proximidad del río Guadalquivir en el lado occidental y la presencia del Palacio en esa misma dirección, Almanzor optó por añadir 8 naves por la parte oriental, en lugar de extender la mezquita longitudinalmente. Estos cambios, motivados en parte por la llegada de numerosos mercenarios bereberes, provocaron el descentramiento del mihrab y el minarete respecto al nuevo sahn (patio), que también fue adaptado a la nueva configuración.
Intervenciones Cristianas: La Época de Carlos V
En la época de Carlos V, y contando con su licencia (aunque posteriormente se arrepintiera de la magnitud de la intervención), se insertó un crucero catedralicio en las secciones correspondientes a las ampliaciones de Al-Hakam II y Almanzor. Esta adición rompió no solo las naves afectadas, sino también el alzado horizontal característico del edificio islámico. Otro impacto significativo fue el recubrimiento del minarete poco después, alterando su apariencia original.
Las dimensiones definitivas de la Mezquita-Catedral de Córdoba alcanzaron los 178 x 128 metros, siendo superada en tamaño solo por dos mezquitas de Samarra, de la época abbasí. A diferencia de las grandes mezquitas del Medio Oriente, el espacio de la aljama cordobesa no puede ser captado como un todo debido a la densa "selva" de columnas, que crea una experiencia espacial única y fragmentada.