Michelangelo Arquitecto: La Cúpula de San Pedro y la Biblioteca Laurenciana

Michelangelo Buonarroti: Genio del Renacimiento y su Legado Arquitectónico

Biografía y Contexto

Michelangelo Buonarroti (1475-1564) nació en Caprese. Dominó todas las formas de expresión artística y, al igual que sus contemporáneos Rafael y Leonardo, fue considerado un verdadero genio. En 1496 llegó a Roma, trabajando para los papas Julio II y León X, y en Florencia para la influyente familia Médici. Su larga vida le permitió estudiar a los grandes artistas del Quattrocento, trabajar durante el Cinquecento y ser testigo de la crisis de este último periodo.

Estilo Arquitectónico

Como arquitecto, a Miguel Ángel se le encargaron diversas obras que se caracterizaron por el uso de proporciones clásicas, aunque dotadas de un toque personal. Esto se evidencia en la combinación de frontones curvos y triangulares, diferentes tipos de molduras y el empleo del orden colosal o gigante en el exterior.

Obras Destacadas en Arquitectura

Basílica de San Pedro del Vaticano

En 1546, tras el fallecimiento de Antonio da Sangallo el Joven, arquitecto encargado de las obras de la Basílica de San Pedro del Vaticano, se eligió a Miguel Ángel para finalizarlas. Miguel Ángel eliminó muchos de los detalles ideados por Sangallo y retomó en gran medida el proyecto original de Bramante: una iglesia de planta de cruz griega inscrita en un cuadrado.

La Cúpula de San Pedro

Miguel Ángel también diseñó la majestuosa Cúpula de San Pedro. Esta se levanta sobre un tambor con grandes columnas pareadas, entre las que se alternan frontones curvos y triangulares. Tiene doble casquete, siguiendo el modelo que realizó Brunelleschi en la Catedral de Florencia. En el interior, la cúpula es de medio punto y se apoya sobre cuatro enormes pilares unidos por arcos con sus respectivas pechinas. En el exterior, la cúpula, coronada por una linterna, es de enormes dimensiones: 132 metros de alto y 42 de diámetro.

Biblioteca Laurenciana (Florencia)

Entre los trabajos que realizó destaca la Biblioteca Laurenciana en Florencia. Su fachada es típicamente miguelangelesca: presenta columnas pareadas o geminadas, enormes ménsulas y volutas, y un gran dinamismo. Miguel Ángel utiliza piedra gris (pietra serena) que resalta sobre el blanco de las paredes. Cabe mencionar la escalera de entrada a la biblioteca, que cuenta con peldaños curvos en su tramo central, un ejemplo de su innovación y dramatismo espacial.