Migraciones Históricas: El Impacto de las Expulsiones Religiosas en Europa
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Migraciones Históricas: Causas Religiosas
Las causas religiosas han sido un motor significativo de grandes movimientos migratorios a lo largo de la historia, a menudo impulsados por la expulsión de minorías religiosas o la persecución por motivos de fe. Ejemplos notables se encuentran en los siglos XVI y XVII, marcados por las reformas protestantes y la intolerancia religiosa.
Expulsión de los Judíos (1492)
La principal razón de esta expulsión fue la negativa de la comunidad judía a convertirse al cristianismo. Se estima que entre 300.000 y 700.000 judíos fueron expulsados, siendo las cifras de historiadores hebreos las más elevadas. Los judíos expulsados, conocidos como sefardíes, se dispersaron por el área mediterránea, diversos países europeos e incluso extraeuropeos, formando comunidades muy diversificadas.
En una primera oleada, muchos huyeron a Navarra (aproximadamente 12.000, ya que la Inquisición aún no se había establecido allí) y a Portugal (donde el 30% de los expulsados pagó grandes sumas de dinero para entrar). Otros destinos cercanos incluyeron Marruecos, donde se establecieron algunas de las mayores comunidades sefardíes en diversas ciudades, e Italia, especialmente Livorno y Ferrara. También hubo quienes se dirigieron a las posesiones italianas de la Corona de Aragón, como Sicilia.
Desde estos primeros destinos, muchos judíos se dirigieron a Túnez, Argelia, Egipto, Palestina y el Imperio Otomano. Otros llegaron a Turquía, pasando previamente por Grecia, Macedonia o Bulgaria, donde también se establecieron comunidades de origen sefardí. Una minoría, en cambio, optó por el centro y norte de Europa, estableciéndose en países como Países Bajos, Inglaterra, Alemania o Dinamarca.
Algunos sefardíes de Portugal, a quienes la Corona consideró criptojudíos (judíos conversos que en privado conservaban su fe), fueron enviados a Brasil. Muchos también emigraron a las Antillas y a Nueva Ámsterdam, territorios pertenecientes a naciones más tolerantes.
Expulsión de los Moriscos (Principios del Siglo XVII)
La primera fase de esta expulsión afectó fundamentalmente a los moriscos valencianos (musulmanes convertidos al cristianismo). Posteriormente, le siguieron los de Andalucía, Murcia y Cataluña, entre otras regiones.
Se estima que entre 275.000 y 350.000 moriscos fueron expulsados, lo que representó aproximadamente el 4% de la población total de España. En las zonas donde estaban más concentrados, la situación demográfica y económica cambió notablemente. En Aragón, la pérdida fue del 20% de los individuos, y en Valencia, entre un 25% y un 30% de la población. Estas regiones tardaron mucho tiempo en recuperarse. En la Corona de Castilla, la expulsión apenas supuso el 2% de la población, por lo que las repercusiones negativas fueron menores. El principal destino de este éxodo fue el Norte de África (Magreb y Túnez).
Exilio de los Hugonotes Franceses (1685-1689)
La revocación del Edicto de Nantes (1685) provocó la huida masiva de protestantes que se negaron a convertirse al catolicismo. Se estima que alrededor de 200.000 hugonotes huyeron.
Sus destinos principales fueron:
- Inglaterra: 40.000-50.000
- Holanda: 50.000-60.000
- Alemania: 30.000
- Suiza: 22.000
- Colonias inglesas en América: 10.000-20.000