El Poder Militar de Roma: Legiones, Organización y Tácticas de Combate
Clasificado en Latín
Escrito el en español con un tamaño de 4,32 KB
El Poder Militar de Roma: Legiones y Estrategias de Combate
Las Legiones Romanas: Organización y Componentes
Ninguna civilización de la Antigüedad consiguió tener un ejército tan numeroso, tan disciplinado, tan bien armado y con tanto dominio de las tácticas de guerra como el ejército romano. Fue precisamente el ejército el que les permitió conquistar tan extensos territorios y formar un vasto imperio. El ejército romano se componía de distintas clases de tropas:
Clases de Tropas Legionarias
- Hastati: Eran los soldados más jóvenes e inexpertos. Ocupaban las primeras filas del combate e iban dotados de lanza, espada, escudo y armadura. Eran las filas que más bajas sufrían.
- Príncipes: Formaban la segunda línea de ataque. Eran grupos más experimentados y con el mismo tipo de armamento.
- Triarii: Formaban el tercer tipo de tropas. Solo intervenían en el caso de que la batalla fuera mal.
- Velites: Ocupaban las últimas posiciones. No llevaban armadura. Su escudo era redondo y portaban varias jabalinas más cortas y ligeras.
Mandos del Ejército Romano
En cuanto a los mandos del ejército, estaban:
- Dos Cónsules: Cada uno mandaba sobre dos legiones.
- El Centurión: Cada legión se subdividía en 100 legionarios o una centuria. Al centurión le acompañaba un ayudante, el optio, y un portaestandarte llamado signifer.
Las legiones variaron en número, pero oscilaron entre los 4000 y los 6000 hombres. Además, solían agregarse tropas auxiliares y tropas aliadas, entre las cuales formaban parte muchos soldados de pueblos bárbaros. A cada legión se le colocaba un número y un sobrenombre. El número se escribía con letras latinas y el sobrenombre solía ponerse el del lugar donde estuviera el destacamento, es decir, Hispania, Galias, etc.
Armamento y Maquinaria de Asedio
En cuanto a las armas de guerra, algunas eran trasladadas por las tropas, mientras que otras se construían in situ. Ejemplos notables incluyen:
- Las torres de vigilancia: Podían llegar a los 10 m de altura.
- Los arietes: Tenían como objetivo derribar las fortificaciones o las murallas de protección.
- Las catapultas: Eran máquinas de guerra que lanzaban grandes piedras para derribar murallas.
Las Formas de Combate de los Soldados Romanos
Generalmente, los soldados de infantería se colocaban en el centro, mientras que en los extremos o flancos se situaban las tropas auxiliares y aliadas, además de la caballería.
Unidades Tácticas de Combate
La unidad táctica de combate estaba compuesta por una centuria (100 hombres), aunque con el tiempo la centuria se redujo a 60 hombres. El manípulo era de 2 centurias (120 hombres), y la cohorte (360 hombres). En cada una de estas formaciones había grupos de Hastati, Príncipes, Triarii y Velites.
Estrategias de Enfrentamiento
En cuanto a la disposición a la hora de enfrentarse, era la siguiente: cuando los soldados de las primeras filas se encontraban a 20 o 25 m del ejército enemigo, comenzaban a arrojar las lanzas y las flechas para crear las primeras bajas y el desconcierto; después venía la lucha cuerpo a cuerpo con la espada. Las bajas de las primeras filas eran sustituidas por los soldados de las segundas filas, abriéndose paso entre los huecos que dejaban gracias a una formación denominada Tresbolillo, que consistía en no apilarse demasiado los soldados de las primeras filas para dejar paso a los relevos.
Fue también característica la formación en triángulo o cuneus, y más aún la formación en testudo (tortuga), que consistía en cubrir la tropa con los escudos laterales y sobre las cabezas como si fuera un caparazón de tortuga.