La Misión de Aiyahs y Yukinha: Peligros en el Bosque Mor y el Fuerte Novel

Balan MorDragon (Volar de Dragones Mor)

Año 358 (o Año 250 DB.A)

El Mensajero Real

Aiyahs, habitante de Banderbill, fue nombrado Mensajero Real de la mano del Emperador Lindiel. Con el paso del tiempo, fue mensajero y responsable de llevar con éxito cada recado encomendado.

Aiyahs era un criador de cerdos y poseía sus pocilgas en los Terrenos de Banderbill, mientras que sus hermanos eran cazadores de osos y maestreros de serpientes.

La Encomienda

Al crepúsculo, en el primer día de verano, un humano con insignias Reales llegó a él informando sobre el encargo especial que tenían para él. Sin pensar que podría traerle la muerte o hasta el cautiverio, escuchó atento a las palabras que decía aquel.

El encargo era alertar a los cazadores y pobladores leales al Emperador Lindiel sobre una arpía, habitante de los Bosques Mor, que hacía de las suyas con los exploradores y aventureros. Debía llegar al Fuerte Novel antes del tercer día desde que le fue encomendado el encargo. Cabalgaría con una soldado que lo protegería en tal misión. Su nombre era Yukinha, elfa pura de Tawarsinan, leal al Imperio.

Viaje al Fuerte Novel

Cabalgaron dos días sin parar hasta el Fuerte Novel. Fueron interrumpidos por mercenarios y ladrones, pero fueron eliminados por la cazadora; su certeza con el arco era como el trueno en la tempestad que cae sobre un árbol.

Al entrar al Fuerte, fueron recibidos por un célebre comerciante, quien los acompañó por toda la ciudad mostrándoles los pequeños comercios y cómo sobrevivían a los minúsculos ataques de los orcos salvajes que se encontraban al sur.

Peligro y Separación

Estuvieron un día varados en el Fuerte sin poder salir a causa de los cazarrecompensas quienes, ayudados por ciertos ladrones, eran atraídos por los atuendos y el mineral que hacía llamativas sus armaduras: el oro.

Al poder engañar y esquivar a los bandidos, retomaron su camino nuevamente hacia la capital. Pero fueron interceptados por los mismos cazarrecompensas y no tuvieron más opción que separarse. Yukinha se dirigió hacia el Campamento Orco y Aiyahs hacia las Costas de Ordeon. Podía ser fatal para cualquiera de los dos, pero afortunadamente les perdieron el rastro.

Destinos Inciertos

Yukinha, con suerte, se ocultó en el Bosque Dorck y logró llegar a la ciudad pesquera de Nix, donde aguardaba que un navegante partiera con rumbo a la capital. Mientras tanto, Aiyahs, perdido en el Bosque Mor, era blanco fácil para la bruja que acechaba ese bosque.