El misterio de Kolvenik

El descubrimiento de Óscar

Se marcharon a casa y por la noche Óscar escuchó ruidos y bajó. Encontró a Marina sangrando por la nariz, temblando y sudando con la cabeza apoyada sobre el lavabo. Ella le prometió que visitaría a un médico si él no le decía nada a Germán, así que él la ayudó y la acompañó a acostarse. A la noche siguiente, Óscar salió a dar una vuelta y llegó cerca de un cementerio. Allí vio un carruaje que se aproximaba hacia él, así que saltó la verja y se escondió. El cochero se introdujo en el cementerio y él decidió seguirle. Éste abrió una lápida sin nombre y saltó al interior, luego volvió a salir y Óscar vio que era el momento de marcharse de aquel lugar, pero al hacerlo empujó una piedra que se precipitó al interior del ataúd. Así que el cochero comenzó a correr tras él con un revólver en la mano. Óscar consiguió esconderse en el baúl del carruaje y este partió sin darse cuenta de su presencia. Más tarde se dio cuenta de que este hombre debía ser Luís Claret, aquel hombre que siempre había sido fiel a Kolvenik.

La visita al doctor Shelley

Llegaron a la casa del doctor Shelley y vio que llevaba su revólver, así que decidió escalar el edificio para poder observar lo que iba a ocurrir. Tuvieron una conversación en la que Claret le preguntaba por un frasco que el doctor no tenía y finalmente Shelley le dio unas balas. Éste se marchó y Óscar decidió seguirle. Claret forcejeó una trampilla de bajada a las alcantarillas y se metió. Entonces Óscar fue a llamar al inspector Florián. En la calle, mientras esperaba a Florián, vio a María, la hija del doctor Shelley, con un frasco en la mano y parecía que estaba bajo algún tipo de trance. Saltó al interior del túnel, así que él la siguió. Por el suelo encontró fotografías que pertenecían al álbum que él había robado anteriormente. Un montón de figuras reptaban a su encuentro, entonces apareció Florián. Abrieron una compuerta de hierro y en ella se encontraban un montón de cadáveres que colgaban y el taller donde Kolvenik hacía sus experimentos. Salieron y vieron como caían gotas de sangre, entonces Florian le dijo que se marchase corriendo y una oscura figura se precipitó contra Florian y le empujó contra la pared de tal forma que le mató. Entonces un montón de figuras reptaron hacía Óscar, pero un disparo le salvó la vida.

La verdad de Claret y Eva

Cuando se despertó se encontraba a salvo en casa de Marina, entonces comprendió que Claret le había llevado. Al día siguiente fueron a visitar a Claret, éste le contó la historia de cómo llegó a ser íntimo amigo de Kolvenik y les condujo hasta Eva. Ésta comenzó a contar la historia de su vida, de cómo siempre la habían maltratado y cómo se enamoró de Kolvenik. También contó que Kolvenik le tenía mucho odio a la muerte ya que ésta le había arrebatado a las personas que más quería y él había conseguido crear un líquido a base del que utiliza la mariposa negra y con éste conseguía resucitar a los muertos. También contó acerca de la enfermedad que estaba afectando a Kolvenik, que destrozaba su cuerpo y él siempre se cubría el cuerpo y rehuía de toda compañía. Eva tuvo miedo de que Kolvenik se quitara la vida, así que pensó que lo mejor para ayudar a Kolvenik sería tener un hijo, así le haría tener una razón para seguir viviendo. Pero se le volvió aún peor, así que Shelley cuidó de María como si fuera su propia hija. Les dijo que Kolvenik había conseguido resucitar gracias al suero 30 años después de su muerte y había estado rehaciéndose de nuevo con pedazos de otros cuerpos y creando a otros como a él.