El Mito del Carro Alado y la Sociedad Ideal de Platón

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El Mito del Carro Alado

Fedro (Mito del Carro Alado): Nuestra alma se asemeja a un carro guiado por un auriga. Se distinguen tres elementos: el conductor (auriga) y dos caballos. El carro se mueve por el mundo de las ideas, donde los caballos tienen alas. Los caballos son de naturaleza distinta. Platón crea este mito para explicar en qué consisten nuestros argumentos materiales. Platón piensa que los problemas morales ocurren en el interior del alma humana. El problema lógico es que no se pueden desear dos cosas contradictorias a la vez, por esto Platón desarrolla esta teoría en la que el alma tiene diferentes partes. Lo que es impensable, es imposible, por lo que dice que el principio de contradicción es ilógico, para ello se crea esta teoría tripartita.

El Auriga y los Caballos

El auriga representa el alma racional, quien dirige la totalidad. Controla la meta y dirección del alma, es decir, su función es tener claro qué hacer con la vida. Los conflictos morales ocurren entre el alma racional y el alma apetitiva. El alma volitiva es la que decide, la que pone orden.

Las Tres Partes del Alma

  • Alma Racional: Representada por el auriga, se encarga de la sabiduría y el conocimiento.
  • Alma Volitiva (o irascible): Representada por un caballo noble, busca el honor y la gloria. Sus deseos tienen algo de racional.
  • Alma Apetitiva (o concupiscible): Representada por un caballo indomable, busca satisfacer los deseos más básicos y naturales. Sus deseos son pasionales y tienden a la desmesura.

El único alma inmortal es el alma racional; las otras dos son mortales porque están vinculadas al cuerpo. Para Platón, lo importante del alma es su función, y cada una tiene la suya propia. Basándose en este principio, Platón dice que cada parte es virtuosa si cumple bien su función. El alma racional tiene como función conocer, saber qué hay que hacer, qué hay que lograr. Una persona sabia es la que aplica esta sabiduría al hacer las cosas de forma correcta. El alma volitiva es un alma de valor y fortaleza. El alma apetitiva es virtuosa y necesaria en una justa medida, pero tiende a desmedirse. Por ello, la virtud de esta parte es el sentido de la medida, ya que todo es bueno si se controla. Platón dice que una persona es buena cuando tiene armonía entre las partes del alma, cuando cada parte realiza bien su tarea.

La Sociedad Ideal

Platón concibe la sociedad ideal como una proyección isomórfica del alma humana. Platón relaciona las partes del alma con la sociedad. Platón diseña un modelo utópico de sociedad, tiene claro que es algo difícilmente alcanzable. Platón es consciente de que su "Kalípolis" es una utopía, por ello, al explicar cómo llegar a ella, es poco realista.

Educación y Distribución de Capacidades

Platón dice que para esta sociedad ideal, se deben ir todos los adultos y dejar a los niños, para que estos sean educados por los fundadores del Estado y no por los sofistas, porque la educación no debe ser un negocio. Se debe averiguar para qué está dotado cada individuo y fomentar cada una de esas capacidades. Esto es lo que la educación significa para Platón. La igualdad básica reside en que el alma humana es igual en cada individuo, pero algunos están dotados con algo más. Para ello, Platón dice que hay que educar a esos individuos para que den lo mejor a la sociedad. Después de una primera etapa, los individuos ya habrán encontrado sus dones o capacidades, tras esto se produce una distribución de roles según sus capacidades.

Las Tres Clases Sociales

  • Productores: Aquellos en quienes predomina el alma apetitiva. Son el único grupo con propiedad privada. Según Platón, estos no tienen motivación para el bien común, sino para su propiedad y su familia.
  • Guardianes: Aquellos en quienes predomina el alma volitiva. Después de 10 años de formación, no superan la selección para ser gobernantes. Se encargan de defender y hacer que se cumplan las leyes justas. Su virtud principal es la fortaleza. Tienen la función de obligar a cumplir la ley a quien no lo haga.
  • Gobernantes (o filósofos): Aquellos en quienes predomina el alma racional. Su función es elaborar leyes justas y dirigir la sociedad. Su virtud principal es la sabiduría.

Una sociedad justa es aquella en la que cada grupo realiza bien su función.

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