Romano-Griego
Jupiter-Zeus
Minerva-Atenea
Febo-Apolo
Diana-Artemisa
Cres-Demeter
Baco-Dioniso
Marte-Ares
Venus-Afrodita
Neptuno-Poseidon
Mercurio-Hermes
Saturno-Cronos
Pluton-Hades
Vulcano-Hefesto
Teogonia-Hesiodo
En primer lugar existió el Caos
Después Gea la de amplio pecho
sede siempre segura de los inmortales que habitan el Olimpo.
en la profunda tierra el tenebroso Tártaro. Último Eros, el más hermoso
entre los dioses. Del Caos surgieron
Érebo y la negra Noche. De la Noche
a se vez nacieron el Éter y el Día
a los que alumbró preñada en contacto amoroso con Érebo. Gea alumbró
primero al estrellado Urano con sus
mismas proporciones, para que la
contuviera por todas partes y poder ser así sede siempre segura
para los felices dioses.
También dio a luz a las grandes
Montañas, deliciosa morada de
diosas, las Ninfas que habitan
en los boscosos montes.
Ella igualmente parió al estéril piélago
de agitadas olas, el Ponto,
sin mediar el grato comercio.