Modelos de Estructura Organizativa y Habilidades del Mercado Laboral

Modelos de Estructura Organizativa

La organización formal se establece oficialmente por la dirección de la empresa y se refleja en un organigrama que define las funciones de cada persona en la organización o en los distintos departamentos. Hay varios modelos de estructura organizativa:

1. Modelo lineal o jerárquico: Todos los miembros dependen de un superior, quien da las órdenes de manera unidireccional. Es rígido y adecuado para empresas pequeñas y medianas.
2. Modelo funcional: Se basa en especialistas en distintos niveles jerárquicos, cada uno dedicado a una tarea específica de la empresa.
3. Modelo en línea y de asesoramiento (staff): Combina una estructura jerárquica con departamentos de asesoramiento que no tienen autoridad directa, sino que están para ofrecer consejo y apoyo.
4. Modelo matricial: Combina variables de organización con una doble autoridad, horizontal (director del proyecto) y vertical (departamento funcional), aunque una autoridad suele ser superior a la otra.

Equipos Ágiles

Definición y Funcionamiento

Estos nuevos modelos se basan en la formación de equipos flexibles para el desarrollo de cada proyecto, sin jerarquías y centrados en el cliente. La clave de su funcionamiento está en la organización del trabajo, en vez de abordarlo como un todo, desde el principio hasta el final, se trocea en partes más pequeñas para al final encajarlo, así permitimos ser más flexibles ante los posibles cambios. También son importantes las reuniones diarias (lo recomendable es que sean a primera hora y breves, para ver cómo se afronta el día y si hay que cambiar algo). Importante que al cliente se le mantenga informado y entregue los avances para que, dé el visto bueno, o corregir lo que no le gusta. Además, estos equipos se apoyan en técnicas visuales y herramientas digitales de uso sencillo.

Habilidades Demandadas en el Mercado Laboral

Encontramos las habilidades duras, que son los conocimientos y competencias técnicas que nos hacen expertos en un trabajo determinado, como la formación académica o profesional, el nivel de idiomas, etc. Y luego están las habilidades blandas, que nos permiten ser capaces de adaptarnos a nuevas situaciones, de comunicar y de relacionarnos entre compañeros o trabajar en equipo; creatividad, autonomía, liderazgo, resiliencia, comunicación, pensamiento crítico...