Modelos Psicológicos y Etapas del Desarrollo Humano: Infancia y Adolescencia
Clasificado en Psicología y Sociología
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Modelos Psicológicos
Modelo Psicodinámico (Freudiano)
El comportamiento de las personas está determinado por actitudes inconscientes. Las personas poseen un comportamiento animal con el instinto reprimido. El modelo freudiano intenta comprender el interior del individuo, partiendo de que nuestro inconsciente crea conflictos con el yo consciente y el entorno social, que sería el superyó.
Modelo Conductista (Watson y Skinner)
Este modelo defiende el comportamiento observable y cuantificable. Los precedentes a este modelo se remontan a Locke (1700), quien afirma que la mente del recién nacido es una pizarra en blanco que los estímulos que reciba determinarían los contenidos de su mente. Pavlov (reflejos condicionados) demostró que dar comida a la vez que se hace sonar la campana genera un reflejo condicionado. Watson (conductismo) postuló que, para conocer realmente la conducta de una persona, solo importan los comportamientos observables, los que se ven, y da importancia al ambiente en la formación del individuo y resta relevancia a las características hereditarias del sujeto. Skinner (conductismo instrumental) afirmó que, si se premia una respuesta positiva ante un determinado estímulo, la respuesta se repetirá siempre ante dicho estímulo y, si se castiga un cierto comportamiento, tenderá a desaparecer.
Modelo Humanista (Maslow)
Las personas tienen control sobre sus vidas e intentan alcanzar su máxima potencialidad posible. Lo importante son las cualidades únicas del ser humano y no solo sus conductas. Maslow establece la teoría de las necesidades de las personas y establece una jerarquía a cubrir.
Cambios Psíquicos a lo Largo de la Vida
Infancia
Los niños han de aprender muchas habilidades durante su desarrollo, que se agrupan en motoras, motoras finas, sociales y del lenguaje. Una prueba de cribado es una prueba sencilla que permite llamar la atención sobre un posible trastorno y adoptar las medidas preventivas o terapéuticas en cada caso. Pueden ser fáciles de utilizar por parte de los adultos los signos de alarma de retraso psicomotor. El primer año de vida le sirve al niño para adquirir la confianza suficiente como para adaptarse de la familia y salir a explorar el entorno. Alrededor de los 8 meses de edad, reconoce caras conocidas. En niños mayores de 2-3 años puede apreciarse la maduración psicomotriz observando cómo gobiernan el lápiz sobre el papel. El niño adquiere muy pronto la capacidad de comunicar sus emociones o sus necesidades sin palabras. Sin embargo, el lenguaje hablado es más complejo, necesitando a la vez el dominio muscular, la capacidad de pensar con símbolos y la interacción social. Leer y escribir son más difíciles, necesitan una instrucción y un aprendizaje específicos para combinar la percepción, atención, memoria y pensamiento. El juego es una actividad voluntaria y placentera, y fundamental para el desarrollo del niño. La actividad sensoriomotora puesta en práctica durante el juego permite el desarrollo del pensamiento y el lenguaje.
La Adolescencia
Abarca desde la pubertad hasta el estado de adulto. Los signos que suelen acompañarla son responsabilidad, independencia emocional y económica y los compromisos afectivos estables, pudiéndose entender que el paso al estatus de adulto no se adquiere a una edad concreta. La adolescencia señala el desfase cuando se alcanza la madurez biológica mientras se sigue dependiendo de los padres (fuertes tensiones entre ambas partes).
La duración de esta fase depende de factores externos como la necesidad de una formación especializada o la dificultad para conseguir un trabajo estable y bien remunerado (tensiones igualmente o de estados de acomodación prolongados). La adolescencia está en tierra de nadie, es a veces niño y a veces adulto, no tiene clara la imagen de sí mismo, sus afectos, su papel, su lugar en el grupo (cambios súbitos de humor sin causa aparente o por un motivo insignificante). Se vuelve introspectivo e imagina qué piensa de él el resto de la gente, teoriza sobre los defectos de la sociedad, de sus padres y de sí mismo, es inconformista y desprecia la hipocresía de los adultos, su carácter autoritario y dominante en diferentes entornos.