La Modernidad y sus Contrastes: De la Representación Figurativa a las Vanguardias Abstractas
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La Modernidad: Un Fenómeno Urbano y Selectivo
Según Casullo, la modernidad es una condición histórica que surge en el siglo XVII en Europa. Sin embargo, es importante destacar que no se trata de un fenómeno generalizado. La modernidad se concentra en las grandes ciudades y se limita a un grupo privilegiado de personas alfabetizadas, especialmente hombres.
El Tiempo Cíclico vs. la Flecha del Progreso
Antes de la modernidad, la vida transcurría sin grandes cambios perceptibles. El tiempo se concebía como un ciclo repetitivo, marcado por las estaciones y los ciclos agrícolas. La idea de progreso era ajena a esta visión estática del mundo.
Representación en la Modernidad: La Búsqueda de la Copia Exacta
Casullo también argumenta que el mundo es una representación que construimos colectivamente. En la modernidad, la forma de representación dominante se basa en la búsqueda de la copia exacta, lo que se refleja en la pintura figurativa del Renacimiento (siglo XVI) y principios de la modernidad (siglo XVII).
Las Vanguardias: Rompiendo con la Tradición
A principios del siglo XX surgen las vanguardias artísticas, que desafían la representación figurativa y buscan nuevas formas de expresión. El arte abstracto, ligado a la emoción y la subjetividad, se convierte en un sello distintivo de este movimiento. La aparición del primer cuadro abstracto en 1910, obra del pintor ruso Kandinsky, marca un hito en esta ruptura.
Transición a la Modernidad: El Declive del Poder Eclesiástico
Antes de la modernidad, la Iglesia dominaba diversas esferas de la vida humana:
- Esfera Moral: La Iglesia dictaba las normas de comportamiento, lo que se consideraba bueno o malo. Los Diez Mandamientos eran el código moral absoluto.
- Esfera Expresiva: El arte estaba supeditado a la temática religiosa. La producción artística se centraba en el arte sacro.
- Esfera Cognitiva: La Iglesia controlaba el conocimiento y la educación. Se prohibían prácticas como la disección de cadáveres en medicina y se perseguía el método científico, considerado contrario a la doctrina religiosa.
A medida que la Iglesia pierde poder, la ciencia avanza rápidamente. Los científicos, antes considerados herejes, pueden investigar libremente sin las restricciones impuestas por la Iglesia.
De la Fe Viva a la Fe Inerte
Con el declive del poder eclesiástico, la percepción del tiempo también cambia. El tiempo deja de ser un ciclo repetitivo para convertirse en una flecha que avanza hacia el futuro. Surge así la idea de progreso, una visión esperanzadora que promete un futuro mejor para la humanidad.
Las esferas de la vida humana, antes controladas por la Iglesia, comienzan a independizarse. Este proceso, conocido como la"autonomización de las esfera", marca la transición de la premodernidad a la modernidad. La fe, antes un elemento central en la vida cotidiana (fe viva), se vuelve menos relevante (fe inerte).