Modernismo y la Escuela de Chicago: Innovación Arquitectónica y Legado
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Modernismo y la Escuela de Chicago
Los Almacenes Carson: Un Icono de la Escuela de Chicago
Los almacenes Carson, diseñados por Louis Sullivan, son un ejemplo paradigmático de la Escuela de Chicago. Su estructura se basa en un esqueleto de nuevos materiales, como el cemento armado, que forma una estructura interna de hierro. Esta innovación permite construir edificios más altos, abrir grandes ventanas y diseñar los interiores de manera flexible, sin depender de muros de carga.
Espacio Exterior
La fachada se divide en dos partes diferenciadas:
- Base: Formada por el entresuelo y la primera planta, con amplios escaparates de vidrio a ras de fachada. Destacan dos bandas de rica ornamentación de hierro forjado.
- Plantas Superiores: Siguen una construcción celular, repitiendo un módulo con ventanas horizontales. Estas ventanas son más bajas en la parte superior y están separadas por una estructura geométrica de hormigón. La parte superior se cierra con una cubierta plana.
Sullivan resuelve la esquina del edificio levantando un pabellón circular que sigue la estructura del cuerpo inferior, con una decoración muy elaborada en la parte baja. La fachada está diseñada para maximizar la entrada de luz natural. La horizontalidad del diseño reduce la sensación de altura, adaptando visualmente el edificio al entorno, a pesar de tener 10 pisos.
Espacio Interior
La planta es libre, con columnas y pilares que interrumpen mínimamente la continuidad del espacio. La luz es un elemento predominante en todo el interior.
Significado y Función
Estos almacenes ofrecen una doble lección de arquitectura: la articulación de un interior amplio y la disposición de fachadas abiertas que contribuyen a un interior espacioso y bien iluminado. Son un antecedente directo de los almacenes modernos y un claro precursor del racionalismo arquitectónico posterior. El edificio funcionó como grandes almacenes de la firma Carson, Pirie y Scott hasta 2007.
Modelos e Influencias
Sullivan incorpora formas ornamentales influenciadas por el modernismo, que conoció durante su visita a París. El edificio recoge la esencia de las innovaciones constructivas de la Escuela de Chicago.
El Modernismo a Finales del Siglo XIX
A finales del siglo XIX, el Modernismo surgió con especial fuerza en la arquitectura y se extendió a las artes decorativas. Los arquitectos modernistas, buscando la obra de arte integral, diseñaban todos los componentes del edificio (escaleras, puertas, rejas, balcones, etc.). Este movimiento rompe con la tradición historicista, defendiendo una estética original basada en formas nuevas y el uso de materiales modernos, especialmente el hierro, para responder a las necesidades de la sociedad moderna. El estilo se caracteriza por la fantasía y la exuberancia decorativa, el empleo de formas vegetales de la naturaleza, el gusto por las líneas ondulantes y curvas, y la utilización de motivos cónicos y estilísticos del arte japonés. Era un arte de élite, un signo de distinción social.
Precedentes del Art Nouveau: Arts and Crafts
Los precedentes del Art Nouveau se encuentran en Inglaterra, en el movimiento de artistas y diseñadores Arts and Crafts, liderado por William Morris. Este movimiento reivindica una estética utilitaria, buscando la belleza en el objeto cotidiano. Mackmurdo fundó en 1882 la Century Guild, una asociación de arquitectos con el fin de extender el arte a la industria. Sus diseños abarcaban una gran variedad de materiales, abriendo un espacio para las artes aplicadas entre las obras de arte.
Gaudí y la Sagrada Familia
El proyecto inicial de la Sagrada Familia, concebido por Francisco de Villar, fue abandonado y encargado a Antoni Gaudí en 1884. Siete años después, Gaudí había trazado las líneas maestras: una iglesia de cinco naves con tres fachadas y multitud de torres de contenidos simbólicos. El exterior, imaginado por Gaudí, incluía azulejos y una brillante policromía, representando una utopía arquitectónica colosal. La iglesia consta de siete capillas en la cabecera y un claustro que rodea el perímetro del templo. Gaudí imaginó la idea wagneriana del arte total, planeando utilizar 18 torres para combinar el sonido de las campanas con el de un órgano enorme cuyos tubos estarían en la fachada de poniente. Gaudí fue enterrado en la cripta de la Sagrada Familia tras su muerte en 1926. Su último proyecto quedó sin terminar.