Modernismo y Generación del 98: Convergencias y Divergencias en la Crisis de Fin de Siglo
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Modernismo y la Generación del 98: Relación y Contexto
Entre el Modernismo y la Generación del 98 no existe una separación absoluta y tajante. Ambas corrientes son manifestaciones de una misma crisis artística y espiritual europea de finales del siglo XIX, dentro de la cual encontramos dos tendencias:
- Una tendencia que se inclina hacia la literatura de evasión y elitismo (Modernismo).
- Otra tendencia que prefiere una orientación más crítica y radical (Generación del 98).
En definitiva, ambas parten de la crisis general de finales del XIX y principios del XX. A pesar de que no existen fronteras claras entre uno y otro movimiento, la división es útil para facilitar el estudio de esta época.
Características del Modernismo
El panorama de la poesía española era de una pobreza y una aridez manifiestas. En ese desierto, las poesías de Rubén Darío fueron un espejismo porque estaban cargadas de sensaciones, mostraban mundos exóticos y seres fabulosos; eran poemas cultos llenos de ritmo y musicalidad. Esta literatura posee un aire aristocrático que desdeña lo vulgar y cotidiano y se consagra a la exaltación de la Belleza. Esa exquisitez se manifiesta en el cuidado de la forma, la elección de temas, la selección de personajes, etc. Como consecuencia de estos principios, se quedan fuera de la obra literaria los problemas sociales, las circunstancias históricas, las realidades cotidianas...
El artista es un bohemio que desprecia la vida burguesa del momento. Se dedica exclusivamente al arte; su mundo es el de los cafés, las tertulias, la noche. Sin embargo, su altivez de artista choca frontalmente con su miseria material. La ciudad de París ejerce en estos artistas una seducción absoluta. Esta ciudad se convierte en la capital del mundo, la ciudad de las artes, en donde era posible cualquier concepción de vida.
Influencias del Modernismo
El Modernismo tuvo influencias de dos movimientos franceses: el Parnasianismo (Gautier y Leconte de Lisle) y el Simbolismo (Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y Mallarmé), además de autores como el inglés Oscar Wilde, el italiano D'Annunzio y el español Gustavo Adolfo Bécquer.
El Parnasianismo
El Parnasianismo defendía la idea de el arte por el arte. Pretendía lograr una perfección formal y un léxico muy cuidado. Esta corriente da preferencia a la aparición de ciertos temas: los mitos griegos, los ambientes exóticos orientales, lo medieval, etc.
El Simbolismo
El Simbolismo propone ir más allá de los sentidos. La realidad encierra, tras sus apariencias, significados profundos o afinidades insospechadas con los estados de ánimo del poeta: el camino simboliza la vida, el sauce la tristeza, el cisne la elegancia, etc.
Temas del Modernismo
La línea escapista
La más admirada al principio y la más criticada después. El poeta ubica sus obras en lugares exóticos y épocas antiguas, todo con el objetivo de buscar la belleza.
Crea lugares de cuentos: palacios, jardines, pagodas, castillos... y por ellos desfilan caballeros, princesas, guerreros, cisnes, ninfas, etc.
El erotismo y las conductas amorales aparecen con frecuencia como demostración del espíritu rebelde que late en el fondo de la actitud modernista.
La línea íntima
Muestra el malestar, la angustia del poeta, pues se encuentra a disgusto en el mundo que le rodea. El amor y el mundo aparecen vistos con ojos melancólicos y llenos de tristeza. Hay un deseo de plenitud que resulta inalcanzable. Los poemas, para reflejar mejor la actitud desencantada del poeta, se enmarcan en paisajes otoñales, nocturnos, jardines crepusculares, etc.