Modernismo y Generación del 98: Renovación Literaria y Crisis de España
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Modernismo y la Generación del 98: Un Contexto de Renovación
El Modernismo y la Generación del 98 surgen como corrientes literarias que buscan la renovación del país y se rebelan ante el sistema de la Restauración de finales del siglo XIX. Durante la regencia de María Cristina, los partidos liberal y conservador, liderados por Cánovas y Sagasta, se alternaban en el poder mediante el bipartidismo y el caciquismo. Ambas corrientes compartieron una actitud rebelde frente a los valores burgueses, la desconfianza en la razón y una visión pesimista de la vida.
El Modernismo: Exotismo y Esteticismo
El Modernismo emerge en Latinoamérica de la mano de Rubén Darío, como una síntesis del Parnasianismo y el Simbolismo franceses. Se evadía de los problemas creando espacios orientales, exóticos y alejados del tiempo. Buscaba musicalidad, ritmo y sensualidad, utilizando un léxico rico en cultismos, neologismos y referencias culturales, con renovaciones métricas. Cantaba la estética de la vida bohemia y disipada del París abierto y acogedor, así como a los héroes americanos de la época precolombina.
Se distinguen dos etapas:
- Primera etapa (hasta 1896): Preciosismo formal y culto a la belleza (Azul y Prosas profanas de Rubén Darío).
- Segunda etapa: Intensificación de la poesía intimista y la presencia de temas americanos (Cantos de Vida y Esperanza de Rubén Darío).
En la lírica destacan Rubén Darío, Antonio Machado con Soledades, y Juan Ramón Jiménez con Ninfeas y Arias Tristes, que evolucionan hacia una poesía depurada e intimista (poesía pura), siendo el guía y maestro de los poetas de la Generación de 1927, con obras como Diario de un poeta recién casado y Dios deseado y deseante. En narrativa, destacan Sonatas de Valle Inclán, Las cerezas del cementerio de Gabriel Miró y Platero y yo de Juan Ramón Jiménez. En teatro, Comedia de ensueño de Valle Inclán, Las hijas de El Cid de Eduardo Marquina y La noche del sábado de Jacinto Benavente.
La Generación del 98: Reflexión y Crisis de Identidad
El concepto de Generación del 98 fue creado por Azorín en unos artículos donde hace referencia a un grupo de escritores con características comunes:
- Afectados por la crisis intelectual, política y de decadencia que sufre España tras 1898.
- Sienten que deben volver a la Castilla antigua y rescatar los viejos valores.
- Interés por la intrahistoria.
- Enfrentamiento a los problemas y búsqueda de soluciones.
Comparten una formación cultural semejante, un estilo sobrio, una forma cuidada y gusto por las palabras tradicionales, así como el subjetivismo. Los temas recurrentes son España, el sentido de la existencia, el tiempo, la muerte y el sentimiento de hastío de vivir.
Autores Destacados de la Generación del 98
Cabe destacar a Miguel de Unamuno, autor de La Vida de Don Quijote y Sancho, Niebla (nivolas), Del Sentimiento trágico de la vida, etc., describiendo en sus novelas los dramas internos de los personajes y su deseo de inmortalidad. También es importante Azorín, en cuyas obras lo más relevante es el desarrollo interno de los personajes, el lenguaje, la descripción de ambientes, su idea de España y de la vida en general (Antonio Azorín, Félix Vargas, Doña Inés, La Voluntad). No podemos olvidarnos de Pío Baroja, de amplísima obra, que presenta el proceso de aprendizaje por la experiencia y el diálogo en El árbol de la ciencia (La Busca y Las inquietudes de Shanti Andía). Valle-Inclán es el máximo representante del modernismo y precursor del teatro contemporáneo europeo, escribe novela (Sonatas, Tirano Banderas...) y crea el subgénero teatral del esperpento en Luces de bohemia. Por supuesto, Antonio Machado que, tras el intimismo modernista de Soledades, publica Campos de Castilla donde aparecen elementos integrados en la Generación del 98.