Monarquía Pactista en la Corona de Aragón: Orígenes y Desarrollo Institucional
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La Corona de Aragón: Un Modelo de Monarquía Pactista
La Corona de Aragón fue una confederación de cuatro reinos distintos: el Reino de Aragón, el Principado de Cataluña, el Reino de Mallorca y el Reino de Valencia.
Para evitar disputas entre Cataluña y Aragón por la hegemonía sobre Mallorca y Valencia, estos territorios se mantuvieron como reinos independientes. Cada uno conservó su propio derecho e instituciones jurídicas, coincidiendo únicamente en la figura del monarca, lo que suponía el mantenimiento de una estructura medieval de poder real.
Los vasallos de los distintos reinos de la Corona de Aragón mantuvieron con el monarca una relación más inmediata, entendiendo que el rey ejercía su poder en representación de cada reino y no podía tomar decisiones en contra de su voluntad. Este modelo se conoce como Monarquía Pactista.
Orígenes del Pactismo
Los orígenes del pactismo se reflejan en el “Pacto de Sobrarbe” de 1188, considerado por algunos historiadores incluso superior a la Carta Magna inglesa en su concepción de limitación del poder real.
Funcionamiento del Pactismo: Las Cortes
El pactismo se vertebró a través de las Cortes de cada reino, donde el rey se reunía con los tres estamentos (nobleza, clero y ciudades). A diferencia de las Cortes de Castilla, el monarca no podía actuar en contra de la voluntad de los estamentos ni controlarlos. Para legislar, el rey debía acudir sucesivamente a las Cortes de Cataluña, las Cortes de Aragón, las Cortes de Valencia y, finalmente, al Gran i General Consell de Mallorca.
Manifestaciones del Pactismo por Reino
Reino de Aragón
En Aragón, se creó la figura de la Justicia Mayor de Aragón, una institución que se situaba por encima del propio rey. Este juez dirimía los conflictos entre el monarca y el pueblo aragonés. La consolidación definitiva del pactismo aragonés, en contraste con el decisionismo castellano, se produjo por las necesidades de ayuda política y militar de Pedro III el Grande para obtener Sicilia.
En las Cortes de Zaragoza, se firmó el Privilegio General, un documento que situaba al rey por debajo de la voluntad del propio derecho aragonés.
Principado de Cataluña
En las Cortes de Barcelona, el monarca se comprometió a respetar el ordenamiento jurídico catalán. Para garantizar este respeto, se creó una Comisión de Vigilancia que, posteriormente, se transformaría en una Diputación Permanente de las Cortes, conocida como la Generalitat (siglo XIV, bajo el reinado de Pedro IV el Ceremonioso).
De manera similar, en el Reino de Valencia y el Reino de Aragón, también surgieron Diputaciones Permanentes de Cortes para garantizar el respeto a sus respectivos derechos y privilegios.