El Monasterio de El Escorial: Obra Cumbre de Felipe II
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El Monasterio de El Escorial es una obra personal de Felipe II y representa la obra cumbre de la arquitectura clasicista española de la segunda mitad del siglo XVI. Probablemente, es la mayor aportación original española a la historia de la arquitectura.
El Gran Viaje de Felipe II
Felipe II realizó un gran viaje de 10 años que comenzó como Príncipe de Asturias. Visitó Italia, incluyendo la casa de Giuliano Romano (pensada para el ocio y descanso) y la escuela de Venecia, donde realizó varios encargos personales a Tiziano. También viajó a los Países Bajos, donde se encontró con su padre, y a Inglaterra, donde se casó con María Tudor, reina de Inglaterra, con la esperanza de unir los dos reinos (unión que no fructificó por la falta de descendencia). A su regreso a España, Felipe II encargó un tratado de arquitectura regia que recogiese todos los elementos arquitectónicos que había conocido. Finalmente, se encargó de crear un cuerpo de arquitectos oficiales y una junta para el cuidado de los paisajes y los bosques.
La Batalla de San Quintín y la Fundación del Monasterio
El triunfo de las tropas de Felipe II ante los franceses en la batalla de San Quintín (10 de agosto de 1557), coincidiendo con la festividad de San Lorenzo, fue el motivo principal para la fundación del Monasterio de San Lorenzo. El monarca buscó un lugar apropiado para su emplazamiento, fijándolo a las afueras de Madrid (Sierra de Guadarrama), capital del estado desde el año anterior. Su idea era construir un conjunto formado por: un palacio, un colegio, una basílica, un monasterio, una biblioteca y un panteón real.
Los Arquitectos: Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera
Se encargaron dos arquitectos: Juan Bautista de Toledo, quien realizó la traza de la planta general, y Juan de Herrera, quien, tras la muerte del primero, realizó la mayor parte de la fábrica del edificio. Juan Bautista de Toledo propuso al rey un edificio de planta central cuadrada, en alusión a la parrilla de San Lorenzo, forma que correspondía a los palacios españoles e italianos. En el centro, formando el eje principal, se encuentra la basílica; hacia el norte, el colegio; al noroeste, el palacio, que continúa hasta detrás de la iglesia; al norte, también en la parte superior, el patio de los evangelistas; y alrededor de él, las celdas de los monjes. Sobre la entrada se encuentra la biblioteca y debajo del altar, el panteón real.
Materiales y Construcción
Los materiales empleados en el monasterio fueron: estructuras de madera, sillares de granito, piedra de roqueña (para abaratar costes y facilitar el traslado) y tejados de plomo (que se cambiaron por los de pizarra ya que ardían). Una vez construido el monasterio, Felipe II separó Madrid como lugar de trabajo y El Escorial como lugar de descanso.
Diseño y Modificaciones
Juan Bautista de Toledo proyectó un espacio monumental organizado en dos alturas: la zona occidental de menor altura que la oriental, rematando el edificio con doce torres: una en cada esquina, dos a la entrada de la basílica, otras dos en mitad del conjunto, dos en la entrada interior de la basílica y dos más en el remate de la basílica. Tras su muerte, Juan de Herrera introdujo dos cambios: redujo las torres a seis (las cuatro de cada esquina y las dos interiores de la basílica, para que fuese menos monumental) y amplió las zonas del monasterio (por orden del rey) e igualó las alturas del edificio, resultando un conjunto final mucho más homogéneo.
La Basílica
Se accede desde la portada estandarte exterior (acceso principal). Se organiza por medio de semicolumnas toscanas. Toda la basílica está modulada por vanos, hornacinas y columnas. El entablamento está formado por arquitrabe, friso y cornisa. La parte superior remata en edículos y, a continuación, columnas y frontón triangular. Por la basílica se accede a un atrio, el Patio de los Reyes, con una portada modulada y sin decoración. Es una basílica de planta basilical, que remata en un ábside de cabecera plana. Nos encontramos con un nártex (también llamado sotacoro), única zona pública hasta donde podía entrar el pueblo. La basílica está formada por tres naves con cuatro pilares que levantan una gran cúpula sobre tambor (modelo de planta contrarreformista). Las naves laterales están cubiertas por bóvedas de cañón. El altar se encuentra elevado en altura y debajo se encuentra el panteón. A cada lado del altar mayor hay situadas unas ventanas que corresponden a las habitaciones de Felipe II y de su hija Isabel Clara Eugenia (unión de Dios y la dinastía).
La Biblioteca
En un principio, se pensó en situarla en el monasterio, pero para evitar problemas con el Vaticano, se situó sobre la portada. Era un lugar tranquilo y estaba orientada norte-sur para favorecer la investigación, el estudio y la conservación de los libros. Esta biblioteca contenía todo tipo de libros. Las estanterías fueron diseñadas por Juan de Herrera.
El Panteón Real
Es el lugar de enterramiento para reyes, reinas y para las madres y padres de éstos.