La moral de los esclavos y su influencia en la historia

Clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 3,33 KB

Este periodo se caracteriza por la aparición de una nueva moral, una moral basada en el resentimiento a lo aristocrático, una moral que contra el sí franco de los señores a la vida afirmará lo opuesto a lo que ésta afirme.

Quienes producen esa moral son los que eran siervos de los anteriores y que se encuentran sometidos a la norma de aquellos; por eso Nietzsche la denomina moral de los esclavos.

Lo que los esclavos harán es invertir todos los valores de los amos. Y así, todo lo que era tenido por éstos como valioso pasará a considerarse ahora disvalioso; es la rebelión de los esclavos, cuyo máximo representante está en el cristianismo.

El cristiano, que ha padecido el dominio de las pasiones del aristócrata, tiene miedo a éstas, pero la pasión no es más que la expresión de la vida. Por eso, al odiarlas y proponer su exterminio, lo que el cristiano está reflejando es su odio y temor a la vida.

La vida para el cristiano es un sufrimiento continuo, un valle de lágrimas, algo inaguantable y peligroso. Y así, llevados por su espíritu de venganza y de resentimiento contra la vida, santificarán todo lo contrario que ésta propone.

Pues bien, la única manera que tuvieron los cristianos de imponer su moral a los fuertes fue convenciéndoles de que todo aquello que ellos amaban, y de lo cuál era expresión su moral aristocrática, en realidad era el mal, y viceversa, todo aquello que odiaban por entenderlo pernicioso para la vida era, justamente, el bien.

Ser aristócrata o ser esclavo es algo que, en la historia humana, trasciende a una concreta situación histórica. Es la expresión de los instintos de las personas. Y así, puede observarse como en la historia, una y otra forma de instintos, de morales, se enfrentan.

El representante inicial de la moral de los esclavos ha sido el pueblo judío. Con los judíos comienza la rebelión de los esclavos en la moral. La lucha del pueblo judío se dio contra la representación de los sistemas paganos, afines a la moral aristocrática, que fue asumida por Roma.

Al final, ese odio judío se transmitió al cristianismo. Éstos incorporaron la aportación decadente que procedía de Grecia, y terminaron por ganar y acabar con el mundo antiguo.

Su triunfo llevó a la decadencia occidental, decadencia que se refleja en el arte, en la filosofía, en la ciencia, en los movimientos sociales -especialmente los movimientos democráticos y los socialismos- y en definitiva en esa avidez, en todo campo, de llevar el rebaño al poder.

La moral de los esclavos producirá, como apoyo último a sus ideas, la noción de un Dios monoteísta. Incapaz de apoyarse en nada natural, tiene que recurrir a algo sobrenatural -por tanto algo inventado, falso e irreal- que sea el apoyo de todo el sistema. En el Dios monoteísta se apoya la moral y la verdad. Lo sensible pasa a ser un reflejo fantasmal de las Ideas, ahora como ideas de Dios, o como ser devenido del Ser real que es Dios.

En sus análisis etimológicos Nietzsche cree ver una confirmación de sus análisis históricos. Su investigación en diversas lenguas le lleva a un mismo resultado: “bueno” significaba primitivamente “noble”, “aristocrático”; y se contraponía a “malo” que tenía el sentido de “simple”, “vulgar”, “plebeyo”

Entradas relacionadas: