Morfoestructura de la Península Ibérica: Relieve, Meseta y Cordilleras

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Los Conjuntos Morfoestructurales

El relieve peninsular se clasifica en tres grandes conjuntos morfoestructurales:

  • Macizos Antiguos: Montañas de altitud media reducidas a penillanuras por la acción erosiva. Los materiales constituyen el zócalo del relieve peninsular y ofrecen ejemplos de relieve apalachense.
  • Cordilleras Alpinas: Formadas por materiales jóvenes surgidas tras el último plegamiento. Se integran las cordilleras y se hallan representadas en los Pirineos y en las Cordilleras Béticas, que se formaron por la compresión de las placas tectónicas sobre los materiales.
  • Depresiones: Se sitúan sobre fragmentos hundidos del viejo zócalo paleozoico que han sido rellenados por los aportes sedimentarios.

La Meseta y sus Unidades Interiores

La Meseta constituye el núcleo primitivo y pieza fundamental del solar ibérico, ocupando casi la mitad de la superficie geográfica. Su altura media es aproximadamente de 600 metros y se halla dividida por el Sistema Central:

  • Al Norte: La Submeseta Septentrional, que supera los 700 metros.
  • Al Sur: La Submeseta Meridional, que está dividida por los Montes de Toledo y el río Guadiana.

Rasgos Morfológicos y Consecuencias

Los rasgos morfológicos de la Meseta derivan de su condición de ser un viejo macizo, formado a finales de la Era Primaria. Sus consecuencias fueron:

  1. Fracturación e individualización en bloques.
  2. Plegamiento de los bordes exteriores.
  3. Basculamiento hacia el océano Atlántico.

Unidades Interiores de la Meseta

  1. El Sistema Central: Formado por un rosario de sierras que se extiende a lo largo de 400 km. Sigue una alineación suroeste-noreste. Destacan las sierras de Somosierra y Guadarrama. Las rocas constituyentes pertenecen a la Era Primaria y entre ellas abundan los granitos.

  2. Los Montes de Toledo: Tienen menor importancia como cordillera. Su génesis es similar a la del Sistema Central y sus cumbres no sobrepasan los 1600 metros, destacando las sierras de Calderina y Guadalupe. En los piedemontes se han depositado materiales que forman rañas (depósitos detríticos).

  3. Las Depresiones y Llanuras: Existen en el interior de la Meseta, como la Cuenca del Duero y la Llanura Manchega, que surgieron por el hundimiento del zócalo.

La sedimentación tuvo lugar a finales de la Era Terciaria. En el horizonte resaltan los cerros testigos como vestigios de la evolución general de las depresiones y de la aparición de estratos por los agentes erosivos.

Los Rebordes Montañosos de la Meseta (Sistema de unidades periféricas)

La Meseta está rodeada por un cíngulo montañoso. Los rebordes que lo integran se originaron a partir de las deformaciones ocasionadas por el plegamiento alpino y herciniano en la periferia de la Meseta. Se destacan:

El Bloque Noroccidental

El Macizo Galaico y los Montes de León forman parte del zócalo de la Meseta, integrado por rocas graníticas y metamórficas. La superficie de ambos sistemas está atravesada por fallas que dan lugar a las rías. Las primeras han originado conjuntos de bloques alineados de sierras, dominada la Dorsal Gallega. Los Montes de León se sitúan más al sur. El Lago de Sanabria, el mayor lago español, conserva en sus mayores altitudes huellas de glaciarismo.

La Cordillera Cantábrica

Conforma el borde norte de la Meseta. Se extiende desde Galicia hasta el País Vasco a lo largo de 600 km. Actúa como una barrera climática que marca la divisoria entre la España húmeda y la España seca.

  • El Sector Occidental o Asturiano: Es producto de la orogenia herciniana. Está formado por materiales paleozoicos y otros del periodo Carbonífero. Aquí se encuentran los Picos de Europa (2648 metros, la Torre del Cerredo).
  • El Sector Central: Se extiende por Cantabria. Está formado por materiales de la Era Secundaria plegados durante el periodo Alpino.
  • Los Montes Vascos: Se extienden entre Cantabria y los Pirineos.

El Sistema Ibérico

Es el borde oriental de la Meseta. Esta cordillera destaca porque se orienta de noroeste a sureste. En su trayectoria se distinguen dos partes:

  • La Parte Septentrional: Cuenta con importantes sierras como Cebollera y Moncayo. Predominan los materiales sedimentarios.
  • El Sector Meridional: Es de contorno menos preciso. Los terrenos están surcados por una serie de fallas.

Sierra Morena

Ocupa el borde meridional de la Meseta, de la que representa el labio arrasado por la erosión en la Era Secundaria y rejuvenecido en la Era Terciaria por el plegamiento alpino. Sus materiales constituyentes son sobre todo granito y cuarcitas. Su importancia como cordillera responde más a su carácter rectilíneo y, al ser transitada por su interior, transmite una acusada sensación de relieve.

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