Morfología y Estructura de las Ciudades Españolas: Evolución Histórica y Configuración Actual

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Morfología y Estructura de las Ciudades Españolas

Cerca del 80% de la población española vive en ciudades. España es uno de los países más urbanizados de Europa. Las ciudades son el resultado de un largo proceso histórico. La distribución espacial de las actividades urbanas y el componente social de sus residentes añaden variedad a la estructura interna de las ciudades, ya que tienden a ocupar lugares diferenciados.

Principales Etapas del Proceso de Urbanización Español

Este proceso implica una progresiva concentración en las ciudades de población y actividades económicas. Se ha ido conformando por la sobreimposición de diferentes modos de organización y utilización del territorio. Es uno de los resultantes del desarrollo industrial. Se distinguen las siguientes etapas:

Etapa Preindustrial

Comprende desde el origen de las ciudades hasta la aparición de la industria moderna. Durante este periodo, la urbanización fue modesta y experimentó vaivenes en función del modelo urbano y social de cada momento histórico. En el siglo XVIII, la estructura territorial sufre un cambio, perfilándose los espacios urbanos actuales.

El modelo de ciudad preindustrial se corresponde a un espacio reducido, netamente diferenciado del entorno rural por murallas defensivas, con calles estrechas, trazado irregular y caserío de una o dos plantas. La población trabajaba mayoritariamente en el campo, pero la industria artesanal y el comercio también eran importantes.

Etapa Industrial

Durante esta etapa se producen importantes modificaciones en las dimensiones demográficas y espaciales, así como en el paisaje urbano. Las causas principales son de índole económico-social y administrativas. Se pueden diferenciar dos periodos:

Transición Urbana

En esta fase inicial, no se alcanzaba el 50% de la tasa de urbanización. La industrialización incipiente afectó a pocas ciudades, mientras que el resto crecía más despacio. Se producen transformaciones significativas en el paisaje urbano: en el centro histórico se remodela la trama viaria (con calles más amplias) y aparecen los ensanches burgueses y los suburbios obreros.

El Periodo del Desarrollo Urbano (Desarrollismo)

La intensificación de la industrialización y los cambios demográficos asociados (como el éxodo rural) provocan una intensa urbanización de la población. El objetivo principal del desarrollismo (aproximadamente 1959-1975) era el aumento acelerado de la producción industrial.

Etapa Post-industrial

Los cambios socioeconómicos más recientes tienen una clara repercusión urbana, caracterizada por:

  • Ralentización del crecimiento demográfico urbano debido a la disminución de las migraciones campo-ciudad.
  • Ralentización del proceso de polarización espacial, aunque persisten las desigualdades.
  • Consolidación y aparición de áreas metropolitanas y nuevas conurbaciones.
  • Expansión superficial de las ciudades (ciudad difusa) a lo largo de las principales vías de comunicación.
  • Un cambio en la planificación urbana, cada vez más orientada hacia la sostenibilidad y la calidad del crecimiento urbano.

Morfología y Estructura Urbana

La ciudad actual se configura como un espacio complejo y diferenciado, compuesto por grandes áreas que conforman la estructura urbana. Dentro de ella, pueden identificarse unidades caracterizadas por una morfología (forma física), usos del suelo y composición sociodemográfica específicos. Al analizar la morfología y estructura del espacio urbano es necesario combinar el enfoque espacial con su perspectiva histórica.

Generalmente, se pueden diferenciar áreas históricas (casco histórico, ensanches y núcleos de extrarradio anexionados) y áreas recientes (periferia urbana y zona periurbana).

El Casco Histórico

Corresponde, en esencia, con lo que fue la ciudad preindustrial, delimitada a menudo por el trazado de las antiguas murallas. Conserva huellas evidentes del pasado: trama viaria cerrada, planos irregulares o radioconcéntricos, calles estrechas, plazas históricas, etc. Posee un gran valor simbólico y funcional, ya que tradicionalmente concentra gran parte de las actividades administrativas, de negocios (Central Business District o CBD en algunos casos) y comercio especializado.

En el siglo XIX y la primera mitad del XX, los cascos históricos tuvieron que adaptarse a las nuevas necesidades y demandas de la sociedad industrial y la burguesía emergente. Una parte se destinó a residencia de la burguesía y a funciones centrales, lo que implicó intervenciones urbanísticas como la apertura de nuevas calles y plazas (a veces rompiendo la trama viaria existente). Otra parte, sin embargo, sufrió un proceso de deterioro y declive, instalándose en ella población obrera de escasa capacidad adquisitiva y quedando marginada de las inversiones.

Durante los años del desarrollismo, se llevó a cabo una intensa, y a menudo poco respetuosa, renovación de muchos cascos históricos. Esta renovación supuso frecuentemente:

  • Sustitución de la trama urbana antigua, modificando o ensanchando calles.
  • Demolición de edificios antiguos y edificación de inmuebles nuevos, a menudo de mayor altura y diferente estilo.
  • Daños irreparables en el patrimonio histórico-artístico.
  • Sustitución de los usos residenciales y tradicionales por comercios, oficinas y servicios (terciarización).
  • Desplazamiento de la población residente original por otra de mayor categoría social (proceso conocido como gentrificación).

Estas transformaciones determinaron la aparición de diversos problemas medioambientales y sociales en el casco antiguo, entre los que destacan:

  • Excesiva especialización en funciones terciarias, con pérdida de la función residencial.
  • Deterioro de la calidad ambiental (congestión, ruido, contaminación).
  • Dualismo social y segregación espacial interna.

Desde los años 80 del siglo XX, y con mayor intensidad en las últimas décadas, se impulsó la rehabilitación integrada del casco antiguo. El objetivo principal es conservar y poner en valor el patrimonio urbano, al tiempo que se busca revitalizar estas áreas social y económicamente, mejorando la calidad de vida de sus residentes y haciéndolas más atractivas para vivir y visitar.

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