Motilidad del Intestino Delgado y Grueso

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Motilidad del Intestino Delgado

La motilidad del intestino delgado sirve para mezclar el quimo con enzimas digestivas y secreciones pancreáticas. El intestino delgado posee inervación parasimpática y simpática. La estimulación parasimpática aumenta la contracción del músculo liso intestinal y la actividad simpática la reduce. Existen dos patrones de contracción en el intestino delgado: contracción segmental y contracciones peristálticas.

Contracciones Segmentales

Sirven para mezclar el quimo y exponerlo a las enzimas y secreciones pancreáticas. Son movimientos hacia delante y atrás, pero sin avanzarlo a lo largo del intestino delgado.

Contracciones Peristálticas

Sirven para impulsar el quimo a lo largo del intestino delgado en dirección del intestino grueso.

Motilidad del Intestino Grueso

Los materiales que no se absorben en el intestino delgado entran al intestino grueso. El contenido del intestino grueso, las llamadas heces, está destinado a la excreción. Cuando el contenido del intestino delgado entra el ciego y porción proximal de colon, el esfínter ileocecal se contrae y evita el reflujo al interior del íleon. Luego, la materia fecal se desplaza desde el ciego a través de colon (porciones ascendente, transversa, descendente y sigmoide) en dirección del recto y conducto anal.

  • En movimiento de segmentación los músculos agitan y mezclan las heces pero no las impulsan.
  • En movimiento pendular hay ondas de contracción que se mueven hacia adelante y atrás removiendo el contenido intestinal.
  • En el movimiento en masa, potentes contracciones peristálticas que empujan las heces 1, 2 o 3 veces al día hacia el recto y el esfínter anal.

Defecación

A medida que el recto se llena de heces, el músculo liso de la pared del recto se contrae y el esfínter interno del ano se relaja; a esto se le conoce como reflejo rectoesfinteriano. Sin embargo, en este momento no ocurre defecación debido a que el esfínter anal externo (compuesto de músculo estriado bajo control voluntario) aún sufre contracción tónica. No obstante, una vez que el recto se llena hasta el 25% de su capacidad, se precipita la necesidad para defecar. Cuando es apropiado hacerlo, el esfínter anal externo se relaja de manera voluntaria, el músculo liso del recto se contrae para generar presión y las heces son obligadas a pasar hacia fuerza a través del conducto anal.

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