El Movimiento Obrero en la España de la Restauración: Anarquismo y Socialismo
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Las Corrientes Ideológicas del Movimiento Obrero en la Restauración
Al examinar las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero, observamos que, mientras el republicanismo ejerció una oposición exclusivamente política al régimen de la Restauración, el movimiento obrero —integrado por obreros y campesinos para mejorar su situación y defender sus derechos— se opuso frontalmente a todo el sistema.
El movimiento obrero en España adquirió madurez y extensión organizativa a partir del Sexenio Democrático. Las dos corrientes internacionales (marxistas y anarquistas) encontraron eco en España, destacando sobre todo la influencia anarquista.
La Corriente Anarquista
En un congreso de las organizaciones afiliadas a la Internacional, celebrado en Zaragoza en 1872, la mayor parte de los congresistas habían optado por la línea anarquista. Esta opción significaba la separación del mundo obrero de la política oficial; la deslealtad de los políticos por las promesas no cumplidas y la abolición de las quintas empujaron al obrerismo a un sentimiento de rechazo contra el Estado.
El jornalerismo era mayoritario y los años de malas cosechas provocaban situaciones de hambre y miseria a los campesinos. Por todo ello, los anarquistas andaluces se juntaron en sociedades secretas; así surgió la Mano Negra, una especie de organización secreta que, acusada de unos asesinatos, llevó a la detención de cientos de personas en Jerez, Cádiz y Sevilla.
Los Marxistas o Socialistas
La otra tendencia era la socialista. En 1874, Pablo Iglesias fue llamado a presidir la asociación, que contaba con 250 miembros. Se buscaba la formación de un partido capaz de enfrentarse al régimen político vigente.
El PSOE proponía tres bases fundamentales para conseguir el triunfo político:
- La posesión del poder político por la clase trabajadora.
- La abolición de todas las clases sociales.
- El reconocimiento de derechos como la libertad de prensa, el voto, la jornada de 8 horas y la igualdad salarial.
Consolidación y Expansión: El Socialista y la UGT
La salida de El Socialista a la calle en 1886 como periódico oficial otorgó una enorme importancia al partido, porque durante muchos años sería su medio de comunicación para todo el país. Este periódico pasó por muchos problemas debido al gran desprecio de la prensa anarquista.
En agosto de 1888, se fundó en Barcelona la UGT (Unión General de Trabajadores), que vino seguida del primer congreso del PSOE en la misma ciudad. El fin de la UGT era únicamente la mejora económica de sus miembros, cuyos objetivos obtendrían mediante la negociación.
A partir de 1891, el PSOE concentró sus esfuerzos en la política electoral y no admitió ninguna alianza con partidos burgueses.