El Movimiento Obrero Español: Anarquismo y Socialismo en la Restauración
El Movimiento Obrero Español en la Restauración
Anarquismo
El anarquismo fue la ideología obrera más influyente durante la Restauración. Introducida por Giuseppe Fanelli, discípulo de Bakunin, en 1870 se creó la Federación Española Internacional de Trabajadores en Barcelona. En 1872, las organizaciones afiliadas a la Internacional optaron por la línea anarquista, separando al movimiento obrero de la política oficial.
El anarquismo se difundió principalmente entre el campesinado andaluz y los obreros catalanes. Los anarquistas andaluces formaron sociedades secretas como la Mano Negra y actuaron como grupos subversivos. Su oposición violenta al poder y los asesinatos de miembros del gobierno y la burguesía los convirtieron en una amenaza para el poder establecido.
Socialismo
La otra tendencia del movimiento obrero fue el socialismo. En 1879, Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como un partido de clase que defendía los derechos del proletariado. El PSOE adoptó medidas más realistas que el ideario revolucionario marxista, como la abolición de las clases, la transformación de la propiedad privada en colectiva y la conquista del poder político por la clase obrera.
Los socialistas crearon su propio diario (El Socialista), sedes (Casas del Pueblo) y la Mutualidad Obrera. El socialismo tuvo mayor implantación en Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid, extendiéndose a centros mineros e industriales de Asturias, Vizcaya y Valencia.
En 1888, se fundó la Unión General de Trabajadores (UGT) en Barcelona para mejorar las condiciones de vida y trabajo de los obreros. El PSOE se centró en la acción política, mientras que la UGT se encargó de las exigencias laborales cotidianas.
Conclusión
El movimiento obrero español durante la Restauración se caracterizó por la división entre anarquismo y socialismo. El anarquismo, influyente en sus inicios, se debilitó debido a la represión gubernamental y las luchas internas. El socialismo, por su parte, se consolidó como un partido de clase y creó la UGT para defender los intereses de los trabajadores.