Movimientos Artísticos Vanguardistas del Siglo XX en Europa y España

VANGUARDISMO. Son los movimientos artísticos sorprendentes y provocadores que se extienden por Europa durante el siglo XX. También conocidos como ismos. Comparten los rasgos:

• Voluntad de experimentación: los vanguardistas desean romper con el arte del pasado. Muestran hostilidad hacia la tradición y se esfuerzan por ser revolucionarios.
• Deshumanización: rechazan el sentimentalismo romántico, el realismo y el concepto de arte útil.
• Carácter integral: estos movimientos afectaron a todas las artes. Es muy importante su coincidencia en el tiempo con los orígenes del cine. Algunas vanguardias pretenden ser nuevas formas de vida.
• Ritmo vertiginoso: las vanguardias se sucedían unas a otras, pues su carácter innovador las hacía pasajeras. Cada movimiento se representaba a través de un manifiesto.

VANGUARDIAS EN EUROPA:

• Expresionismo: consiste en deformar y exagerar para conseguir expresividad (Alemania y países nórdicos). Descripciones caricaturescas, situaciones absurdas y distorsiones en el lenguaje (F. Kafka).
• Futurismo: destrucción del pasado y del tradicionalismo (Rusia, V. Maiakovski).
• Cubismo: imitan a la pintura como los caligramas (Apollinaire).
• Dadaísmo: (Suiza, H. Ball) carácter provocador y nihilista.
• Surrealismo: intentan una liberación del arte y la vida (S. Freud). Rasgos: uso de imágenes extrañas, permiten la desinhibición, se rompe la coherencia, verso libre.

VANGUARDIAS EN ESPAÑA:

1. Primera etapa: recepción de la vanguardia. Destaca Ramón Gómez de la Serna, cuya obra es amplia, pero su principal creación fue las greguerías, breves definiciones ingeniosas basadas en comparaciones y metáforas. Escribió biografías, obras teatrales y novelas en las que el erotismo desempeña un papel central con un hilo narrativo tenue y con imágenes sorprendentes.
2. Segunda vanguardia hispánica: destaca Rafael Cansinos Assens. El ultraísmo es un conglomerado de los movimientos europeos que V. Huidobro había conocido en París. Declaran su ruptura con la literatura interior. El creacionismo pretende que el poema no imite a la naturaleza, sino que la cree en versos.
3. Tercera vanguardia: el surrealismo. Destaca J. Larrea, que se hace surrealista. Las mejores obras surgirán en la Residencia de Estudiantes. El surrealismo español persigue romper los bloqueos morales y sociales que impiden al hombre entrar en contacto con la superrealidad. Para ello, valoran el mundo de los sueños y se valen de la escritura automática y el collage.