Movimientos del Océano: Olas, Corrientes y Mareas
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Dinámica de las Aguas Oceánicas
El agua del mar se encuentra en continuo movimiento debido a los vientos, a las diferencias de temperatura y salinidad entre diferentes zonas, a la atracción del Sol y de la Luna, a la morfología de los océanos. Estos movimientos originan olas, corrientes y mareas.
Las Olas
Son movimientos ondulatorios que se producen en la superficie del agua como consecuencia de la acción del viento. El proceso de formación de una ola comienza cuando una masa de aire en movimiento entra en contacto con la superficie del mar. La fricción generada provoca un movimiento cicloidal, es decir, movimientos circulares en los que además se produce desplazamiento. Las olas ejercen una importante acción en el modelado costero, principalmente debido al impacto de piedras y rocas que desplazan en su movimiento.
Las Corrientes Marinas
Las corrientes marinas son masas de agua en movimiento, bien en la superficie de mares y océanos (corrientes superficiales) o bien en profundidad (corrientes profundas). Las corrientes están impulsadas por la diferente salinidad y temperatura de las aguas, que proporcionan distinta densidad debido a la energía solar.
Corrientes Profundas
Pueden originarse debido a variaciones de temperatura. El agua alcanza su mayor densidad a 4ºC, y las aguas que se encuentran a temperaturas más altas tienen menor densidad y suben hacia la superficie. El hueco que dejan en su desplazamiento será ocupado por masas de agua frías que, al tener mayor densidad, descenderán hacia las profundidades. Se originan en los polos y se dirigen hacia el Ecuador; recorren los fondos oceánicos, bañan con aguas frías las costas occidentales de los continentes y transportan sedimentos a lo largo de los taludes continentales. Estas aguas son ricas en nutrientes, fitoplancton...
Corrientes Superficiales
Están relacionadas con vientos constantes o con la rotación de la Tierra. La trayectoria general de estas corrientes, que se dirigen desde los polos hacia el Ecuador, se desvían hacia el oeste en el hemisferio norte y hacia el este en el hemisferio sur. Estas corrientes son especialmente fuertes en el océano Antártico debido a la ausencia de continentes cercanos. Las corrientes superficiales actúan en el modelado costero al arrastrar sedimentos vertidos al océano por los ríos. También influyen en el clima; se puede observar que la parte oriental de los continentes recibe generalmente corrientes cálidas, mientras que la parte occidental recibe corrientes frías.
Otro efecto que provocan es el fenómeno de 'El Niño', que se repite de forma cíclica cada 4 años, generalmente en los meses de diciembre y enero. 'El Niño' se caracteriza por la presencia de anticiclones en Oceanía e Indonesia, donde provocan sequías, mientras que causa borrascas e inundaciones en la costa de Sudamérica.
'La Niña' hace lo contrario; este fenómeno se produce cuando los vientos alisios invierten su sentido y viajan desde Oceanía e Indonesia hasta Sudamérica, donde descargan la humedad.
Las Mareas
Son subidas y bajadas periódicas del nivel del mar causadas por la atracción gravitatoria que ejerce la Luna sobre la Tierra. En las mareas influyen tanto la cantidad de agua como la profundidad, la topografía del litoral y la fuerza centrífuga debido a la rotación de la Tierra.
Se distinguen la pleamar (cuando el nivel del agua asciende) y la bajamar (cuando baja). Este movimiento se puede utilizar como fuente de energía.