Los Tres Mundos del Estado de Bienestar: Un Análisis de la Desmercantilización
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Resumen: Los Tres Mundos del Estado de Bienestar
1. Introducción:
En los años 60° y 70°, los Estados que antes eran vigilantes, de ley y orden, militaristas, represivos o totalitarios, se transformaron en instituciones preocupadas por la distribución del bienestar social.
Las democracias capitalistas desarrolladas varían considerablemente su énfasis en el bienestar social. La clase de bienestar que proporcionan es cualitativamente diferente, tanto en su orden como en su propiedad respecto de las actividades alternativas.
Las características históricas de los Estados han desempeñado un papel determinante en la formación de sus sistemas de bienestar social, destacando la alta influencia de las guerras según lo planteado por Giddens (1985).
El Estado de Bienestar puede ser planteado desde una perspectiva estricta o una perspectiva amplia.
Perspectiva Estricta:
Se enfoca en el terreno tradicional de la mejora social, es decir, transferencias de renta y servicios sociales.
Perspectiva Amplia:
Se enfoca en la economía política y se centra en el amplio papel del Estado para gestionar y organizar la economía. Los problemas del empleo, los salarios y la orientación macroeconómica global se consideran componentes integrales del complejo del Estado de Bienestar. En este escrito se sigue la perspectiva amplia.
El concepto de Estado de Bienestar va unido demasiado estrechamente a la política convencional de la mejora social.
2. La desmercantilización en la política social:
Las fuentes principales de la política social moderna radican en el proceso por el que tanto las necesidades humanas como la fuerza de trabajo se transformaron en mercancías, determinando que nuestro bienestar empezara a depender de nuestra relación con el circuito monetario.
La plenitud del capitalismo comportó el debilitamiento de la protección social premercantilizada. En otras épocas, como la Edad Media, lo que decidía la capacidad de una persona para sobrevivir no era el contrato laboral, sino la familia, la iglesia o el señor.
Cuando la fuerza del trabajo (en el capitalismo) se transformó en una mercancía, se puso en juego el derecho de la gente para sobrevivir fuera del mercado. Para Marx, la mercantilización de la fuerza del trabajo implicaba alienación.
La forma de mercantilización del trabajo ha constituido una preocupación principal en la filosofía moderna, ideología y teoría social, donde:
- Los liberales clásicos del Laissez-faire se opusieron a las alternativas al puro flujo monetario porque perturbarían e incluso impedirían el sagrado equilibrio de la oferta y la demanda. Sostenían que un salario social mínimo no erradicaría la pobreza, sino que en realidad contribuiría a su perpetuación.