Música Neoclásica del Siglo XX: Stravinsky y la Revolución Sonora

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Música Neoclásica del Siglo XX

Introducción

El Neoclasicismo en música se refiere al movimiento del siglo XX que retomó prácticas armónicas tradicionales, mezcladas con disonancias y ritmos complejos, como punto de partida para componer. Ígor Stravinski, Paul Hindemith, Sergéi Prokófiev y Béla Bartók son los compositores más importantes usualmente mencionados en este estilo, junto con Darius Milhaud y Francis Poulenc.

Obras Neoclásicas de Stravinski

La historia del soldado de Stravinski es una pieza neoclásica seminal, al igual que el concierto Los robles de Dumberton, su Sinfonía para instrumentos de viento y la Sinfonía en do. La culminación neoclásica de Stravinski es su ópera La Marcha de la Calavera (Rake's Progress), con libreto del poeta modernista W. H. Auden.

Características del Neoclasicismo

El rasgo más audible del neoclasicismo son melodías que usan la tercera como intervalo fijo, y agregan cromáticamente notas disonantes al ostinato, bloques armónicos y una mezcla libre de polirritmos. El neoclasicismo ganó aceptación rápidamente y fue considerado por algunos opositores al atonalismo como la verdadera música moderna. También incorporó la música folclórica para lograr mayor ritmo y variedad armónica. Compositores como Béla Bartók, Zoltán Kodály y Leoš Janáèek estudiaron sus músicas folclóricas nacionales, influyendo posteriormente en sus obras.

Periodos de Stravinski

Periodo Ruso

Stravinski se inspira en la cultura y música rusa. Produce, entre otras: El pájaro de fuego (1910), Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (1913). Estas obras incluyen compases asimétricos, instrumentos expuestos en su registro extremo y una exposición extraordinaria de la percusión que influiría en numerosos compositores del siglo XX.

Periodo Neo-Clasicista

Stravinski reduce su orquesta, posiblemente debido a la crisis económica posterior a la Primera Guerra Mundial (1913-1923), y abandona el folclore ruso para tomar como referencia la música occidental. Pulchinela fue su primer trabajo de esta época; le sigue La Historia de un Soldado (1918), con instrumentos solistas en pares (violín-bajo, clarinete-fagot, trompeta y trombón) y percusión interpretada por un solo instrumentista.

Periodo Post-Neo-clasicista o Dodecafónico

Desde la década de 1950 hasta su fallecimiento en 1971, Stravinski adapta algunas técnicas de la escuela vienesa de Schönberg. Obras de este periodo incluyen el Septeto (1953), In memoriam Dylan Thomas (1954), el ballet Agon (1954-57) y Threni (1958).

El Legado de Stravinski

Igor Stravinski rechazaba cualquier encasillamiento estético; sus producciones reunían diversos recursos sonoros de su época. El impacto de este compositor comenzó con La consagración de la primavera, obra que cuestionó las bases de la música occidental (armonía, métrica, sistema tonal, etc.). La obra contiene innovaciones rítmicas; por ejemplo, al final de la tercera escena la métrica cambia de 4/8 a 5/8 a 6/8 a 5/8 y los silencios toman el lugar de los tiempos fuertes. Stravinski experimenta con el timbre, llevando al extremo las posibilidades expresivas de los instrumentos, creando un efecto martilleante. Utiliza síncopas, polirritmos y combinaciones irregulares de figuras. El ballet, realizado para Serge Diaghilev, se estrenó el 29 de mayo de 1913 en el Teatro de los Campos Elíseos de París, con coreografía de Vatzlav Nijinsky y dirección de Pierre Monteux. Su estreno fue caótico.

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