La Narración en la Era Moderna: Reflexiones sobre el Cuento y la Oralidad según Walter Benjamin

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La Pérdida de la Narración en la Modernidad: Reflexiones desde Walter Benjamin

Benjamin, asesor en la editorial Taurus, promovió, entre otros, el ensayo El narrador de Walter Benjamin. Este texto comienza estableciendo una evidencia: que nuestras culturas, sobre todo la occidental, son culturas escritas. Ha privilegiado la escritura; la mayor parte de esta se da en función de la pedagogía.

Benjamin comienza con una reflexión sobre cómo en nuestras sociedades modernas hemos perdido el valor de la narración. Comenta que tener la capacidad narrativa es raro; pocos quedan. En este asunto nos ganan las sociedades latinoamericanas porque tienen mayor contacto narrativo. Todo esto forma parte de una cultura donde lo oral es muy importante.

Modernidad, Tiempo y Memoria

El autor reflexiona sobre un tiempo que se agota muy rápido. La modernidad trae el reloj y trae la prisa. Esa modernidad implica una alianza con el espíritu de la historia. La filosofía moderna cree en el progreso, que implica mejorar. La experiencia del pasado cede terreno; las sociedades otorgan valor al concepto de memoria (el pasado), de donde venimos y de donde surge la idea del cuento de autor.

Buena parte de esto se encontraba en los semanarios a los que la gente se suscribía y que les llegaban a sus casas. Otro elemento importante es que el autor podía obtener un beneficio económico. La novela del siglo XIX muchas veces se dio por entregas: los autores publicaban sus novelas por capítulos en semanarios y cada semana se entregaba un capítulo; ese elemento ayudaba a su sustento. Flaubert se queja en las cartas a su amada de la mercantilización de la literatura. Ya no está el escritor dependiendo del mecenas.

La Fisonomía del Cuento Contemporáneo

El cuento contemporáneo le dio una fisonomía propia al género. Esto hizo que el cuento se desarrollara mucho, entendido como cuento literario. El narrador, de entrada, está alejado de nosotros y continúa alejándose aún más. Nos presenta al narrador como una forma de acrecentar la distancia con respecto a él.

Dicha distancia y ángulo visual están prescritos por una experiencia a la que casi cotidianamente tenemos la posibilidad de acceder. La experiencia que se transmite de boca en boca es la fuente de la que se han servido todos los narradores.

El Narrador Tradicional: Sabiduría y Utilidad

De su cosecha puede señalarse una serie de narraciones legendarias. El narrador tradicional se dejaba llevar con placer por lo maravilloso, prefería aunar una firme naturalidad con su religiosidad. Su modelo es el hombre que se siente a gusto en la tierra. Aporta su utilidad:

  • Algunas veces en forma de moraleja.
  • En otras, en forma de indicación práctica.
  • O bien como proverbio.

En todos los casos, el que narra es un hombre que tiene consejos para el que escucha. El consejo no es tanto la respuesta a una cuestión como una propuesta referida a la continuación de una historia en curso. El consejo es sabiduría entretejida en los materiales de la vida vivida.

El Declive del Arte de Narrar

El arte de narrar se aproxima a su fin; la sabiduría se está extinguiendo. El narrador toma lo que narra de la experiencia: la suya propia o la transmitida; la toma, a su vez, de las experiencias de aquellos que escuchan su historia. Por ello, el siglo XIX tuvo una importancia muy marcada para el género del cuento, y en el siglo XX ya encontramos a grandes exponentes como Cortázar o Borges.

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