Narrativa Española de Posguerra: Exilio, Tremendismo y Existencialismo (1936 en adelante)

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Contexto de la Narrativa Española Posterior a 1936

La narrativa posterior a 1936 se desarrolla, al igual que la poesía, en un contexto muy difícil marcado por el hambre, el racionamiento, una dura censura y el exilio. En este panorama, destacamos principalmente dos vertientes iniciales: la novela del exilio y la novela de los años 40 en el interior.

La Novela del Exilio

La novela escrita por los autores que tuvieron que abandonar España tiene como representantes más significativos a:

  • Ramón J. Sender

    Publicó una importante obra tras la Guerra Civil. Entre sus novelas más especiales destacan Réquiem por un campesino español, en la que se abordan los problemas de conciencia de un cura que ha contribuido a la muerte de un campesino republicano después de haberlo entregado él mismo. También es conocida la serie de nueve novelas Crónica del alba; estas tienen un carácter marcadamente autobiográfico y la parte más valorada es aquella en la que el escritor recuerda su infancia y adolescencia.

  • Francisco Ayala

    Fue un narrador destacado ya antes de la guerra. En sus obras tiende a la reflexión pesimista sobre los problemas políticos y morales, atacando especialmente las estructuras de poder. Entre sus obras destacan los relatos de Los usurpadores (1949) o la novela Muertes de perro, que se sitúa dentro de las críticas contra las dictaduras hispanoamericanas.

La Novela de los Años 40 en España

Dentro de esta narrativa de posguerra en el interior del país, señalamos varias corrientes:

La Novela Nacionalista

También conocida como la "novela de los vencedores", cultiva una narrativa tanto heroica como épica que defiende los principios de quienes ganaron la guerra. Como autores más significativos destacamos a:

  • José María Gironella con la obra Los cipreses creen en Dios.
  • Rafael García Serrano con La fiel infantería.

La Novela Evasiva (Rosa y Fantástica)

Tiene un carácter evasivo y destacan autoras como Carmen de Icaza con Soñar la vida o Wenceslao Fernández Flórez con El bosque animado, una mezcla de imaginación, humor, etc.

Corrientes Narrativas Principales: Tremendismo y Novela Existencial

En este contexto, las dos corrientes narrativas más importantes que surgen son:

  • El tremendismo, cuya obra más significativa es La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela.
  • La novela existencial, representada fundamentalmente por Nada de Carmen Laforet.

El Tremendismo: La familia de Pascual Duarte

La corriente tremendista se define por la crudeza con que se describen ambientes míseros y crueles, y cómo estos entornos condicionan el comportamiento de los personajes, sacando lo peor de ellos.

La obra La familia de Pascual Duarte (1942) está presentada como una confesión manuscrita en la que Pascual, un condenado a muerte por haber matado a su madre, narra su vida a un hombre notable para justificar sus actos. Describe su dura infancia en un entorno rural, la miseria, la enfermedad de su hermano y el carácter marginal de la familia; todo esto influirá de manera determinante en su conducta violenta.

Esta obra presenta rasgos como:

  • La narración en primera persona.
  • El carácter marginal del protagonista.
  • La pobreza y miseria ambiental.
  • Un realismo extremo.

Estos elementos hacen que sea considerada por algunos como un renacer de la novela picaresca en el siglo XX.

En cuanto a su intención, existen diversas interpretaciones:

  • Algunos críticos la consideran un drama rural novelado.
  • Otros le aplican un sentido existencial, una reflexión sobre el sinsentido de los actos humanos.
  • Finalmente, otros aprecian la denuncia social de la miseria y el primitivismo rurales.

La Narrativa Existencial: Nada

La narrativa existencial tiene como obra más representativa Nada (1945) de Carmen Laforet. A través de esta narración en primera persona, Andrea, la protagonista, describe la decepción de sus ideales y sus sueños cuando comienza a estudiar su carrera universitaria en Barcelona y se aloja en casa de unos tíos.

La pobreza y la miseria económica y moral de la familia, que por otra parte representa a la pequeña burguesía venida a menos de la posguerra, chocan con el mundo ilusionante que le ofrece la universidad y sus nuevos amigos. Sin embargo, ella nunca llega a integrarse completamente porque se considera inferior al ser pobre.

Es una obra de aprendizaje (Bildungsroman) con un lenguaje seco pero también cargado de poesía y lirismo, y un tono general triste y desencantado.

También destacamos dentro de esta línea la obra La sombra del ciprés es alargada (1948) de Miguel Delibes.

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