Naturalismo, Clasicismo y Barroco: Evolución del Arte en Italia y España

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Naturalismo y Caravaggismo

El naturalismo trata temas de la vida cotidiana con imágenes tétricas y efectos de luz. Frente a la luz suave y delicada del Renacimiento, Caravaggio usa fuertes contrastes de luz y sombra. Partes de la escena se iluminan con intensidad mientras otras quedan sumidas en la oscuridad, predominando la representación de la figura humana y despreciando los fondos y paisajes. De esta manera, mediante el uso del claroscuro se dota al lienzo de artificios de manera viva y dramática. Toma modelos de la realidad, niños de la calle, mujeres. A Caravaggio se le debe uno de los primeros bodegones puros.

Clasicismo Romano-Boloñés

Los Carracci forman el clasicismo. Los temas a plasmar se inspiran en la cultura grecolatina, con seres mitológicos y alegorías. Rechazan las figuras distorsionadas del manierismo, pero también la crudeza naturalista de Caravaggio, y optan por pintar belleza ideal. Les influyen grandemente los maestros del siglo XVI, como Rafael y Miguel Ángel. El color y la luz son suaves, marcando un ritmo alegre y dinámico. Junto a las figuras de belleza idealizada, se representan paisajes clasicistas, equilibrados y serenos en los que suelen aparecer ruinas romanas, recuperando un paisaje clásico que los caravaggistas habían ignorado. Se pintan frescos en techos y bóvedas, renovando esta técnica; Aníbal Carracci inicia las grandes decoraciones barrocas con su decoración de la bóveda del salón o Galería del palacio Farnesio.

El Barroco Decorativo

El pleno barroco produjo grandes decoraciones que ya no estaban compartimentadas como en la escuela clasicista, sino que se rompía con esas divisiones, creando perspectivas ilusionistas al modo de Correggio. Esta técnica del fresco implicaba también la aparición derivada de un género autónomo, el bozzetto en el que se representaba, en dimensiones reducidas, lo que luego se iba a plasmar en las enormes techumbres, y que poco a poco va siendo reconocido como obra de valor propio, que los interesados por el arte van coleccionando.

Rococó

En el siglo XVIII la pintura italiana sigue manteniendo marcada personalidad, siendo la escuela veneciana la que más sobresalió en su aportación al rococó y también en la originalidad de sus creaciones. Su estilo es retórico y aparatoso pero suave y delicado. Era una continuación del Barroco nativo, adoptando paleta de colores leve y luminosa, construyendo formas vivaces, alegres y llenas de gracia y movimiento, que lo hicieron caer en la órbita del Rococó, a pesar de que su tono siempre es elevado y su temática muy a menudo abarcaba lo sagrado o glorificado.

Holanda

La pintura barroca holandesa se desarrolló durante un período de la historia holandesa que abarca el siglo XVII, durante y después de la Guerra de los Ochenta Años por la independencia holandesa. El arte holandés tuvo que reinventarse por completo después del corte con las tradiciones culturales católicas y de la antigua monarquía. La pintura holandesa del Siglo de Oro muestra muchas de las características del Barroco europeo, pero carece de la idealización y el amor por el splendor típicos de gran parte del arte barroco. La mayor parte de las obras refleja la tradición de detallado realismo heredado de la pintura flamenca primitiva.

Un rasgo distintivo de la época es la escasez de pintura religiosa. El calvinismo holandés la vetaba en las iglesias, y aunque los temas bíblicos se aceptaban en las casas privadas, se produjeron relativamente pocos. Hubo pintura de historia y retratos, pero el período destaca más por la amplia variedad de otros géneros, subdivididos en numerosas categorías especializadas como escenas de la vida campesina, paisajes, paisajes urbanos, o con animales, marinas. Los holandeses del siglo XVII influyeron en el desarrollo de estos géneros.

España

En España, pese a la decadencia económica y política, la pintura alcanzó cotas de gran calidad, por lo que se suele hablar, en paralelo a la literatura, de un «Siglo de Oro» de la pintura española. La mayor parte de la producción fue de temática religiosa, practicándose en menor medida la pintura de género, el retrato y el bodegón. Se percibe la influencia italiana y flamenca que llega sobre todo a través de estampas. Diego Velázquez fue el artista de mayor genio de la época en España, y de los de más renombre a nivel internacional. Se formó en Sevilla, en el taller del que sería su suegro, Francisco Pacheco, y sus primeras obras se enmarcan en el estilo naturalista de moda en la época.

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