Navegación en Condiciones de Mar Gruesa

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Navegar con Mar Gruesa de Popa

Es crucial evitar el campaneo de la proa y la tendencia del buque a atravesarse. El peligro de atravesarse es mayor cuando el buque se encuentra en la pendiente anterior de la ola, donde el timón pierde eficacia al salir parcialmente del agua. En esta situación, es necesario moderar la máquina. Si los balances son violentos, se pueden disminuir haciendo que la popa cierre más el ángulo que forma con la mar. Bajo los efectos de grandes balances, el buque tiende a travesarse debido a la tendencia con la escora a orzar, sin que la energía del timón pueda contrarrestar este efecto.

Capeando

La capa más adecuada, cuando se ha de dar proa a la mar, es darle la amura con muy poca máquina (mínima para gobernar) y evitar que el barco se atraviese. Con la mar abierta un poco por la amura, muchas veces se logra capear mejor que por la proa, pues se da salida mejor a la ola rompiente a lo largo del costado.

Correr un Temporal

Para correr un temporal se da la popa o la aleta a la mar y se navega a la velocidad suficiente que nos permita recibir mejor las olas. Si los balances son violentos, se disminuyen llevando la popa más al viento. Si hay que correr el temporal para salir del mismo, lo haremos a la menor velocidad posible.

Maniobra de Cambio de Rumbo

Nos quedaremos a la mínima de gobierno y, una vez pasados los tres golpes de mar mayores, se orzará o empezará a caer a una banda u otra (según nos interese) aumentando la máquina con el objeto de que el buque permanezca el menor tiempo posible atravesado a la mar. Una vez que hayamos pasado de tener por el través la mar y sigamos cayendo, disminuiremos la máquina para no ir con gran fuerza contra las olas cuando las tengamos por la amura o la aleta.

Ventajas de Estar Parado

  1. A pesar de la mayor amplitud de balances, el casco no sufre tanto como proa o amura a la mar.
  2. Debido al remanso producido al abatir, evita embarcar grandes cantidades de agua.
  3. Al estar abandonado a sí mismo y no ir al encuentro de la mar, se reduce considerablemente el peligro de averías.
  4. Ahorro de combustible.

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