Neolítico Peninsular: Evolución cultural y social

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Características del Neolítico Peninsular

El Neolítico es el período de la Prehistoria comprendido entre el 5000 a. C. y el 3000 a. C. Se caracteriza por la producción de alimentos, la aparición de la cerámica y los tejidos, y el desarrollo del sedentarismo.

El Neolítico peninsular recibe las influencias de las corrientes culturales del Próximo Oriente y la evolución de las culturas autóctonas.

Fase inicial del Neolítico Peninsular

En su primera fase, el Neolítico peninsular se inició alrededor del Mediterráneo, sobre todo en la costa valenciana (cova de la Sarsa, cova de l'Or), así como en las cuevas de Nerja (Málaga) y la de Font Major (Tarragona). Se practicaba la agricultura y la ganadería, lo que propició el sedentarismo y el establecimiento de las primeras poblaciones estables en cuevas. Esta fase se identifica con la cerámica cardial, llamada así por su decoración con conchas (Cardium edule), y la aparición de los primeros utensilios agrícolas (hachas, azadas de piedra, molinos de mano...). Se cultivaban trigo y cebada, y se domesticaban animales como ovejas y cabras. Este período produjo cambios fundamentales en la vida de los seres humanos, como el aumento de la población, el trueque y la jerarquización social.

Neolítico Pleno

El Neolítico pleno, entre el final del quinto y el tercer milenio a. C., se caracteriza por el abandono de las cuevas y la ocupación de las tierras fértiles de los llanos, expandiéndose hacia el interior de la Península.

  • Sureste peninsular: Destaca la cultura de Almería, con viviendas circulares y sepulturas organizadas en necrópolis.
  • Noreste peninsular: Se desarrolló la cultura de los sepulcros de fosa, excavados en el suelo y acompañados de ajuar funerario. El hallazgo de objetos de prestigio en algunas tumbas (variscita, piedra preciosa de color verde) indica una jerarquización social, actividad minera (minas de Can Tintoré de Gavá) y comercio a cierta distancia.

El cobre y el Megalitismo

Durante el tercer milenio a. C., la introducción de la metalurgia del cobre se relaciona con el megalitismo (tumbas colectivas de grandes piedras), destacando el sitio de Los Millares. Los avances en agricultura, con el uso de sistemas de riego y abono, y la introducción del arado, reforzaron el papel de la agricultura y la sedentarización, llevando a la construcción de poblados amurallados en zonas elevadas, como Los Millares (Almería), con necrópolis en el exterior.

La Edad del Bronce y la Cultura de El Argar

El paso del cobre al bronce, a partir del 2200 a. C., trajo consigo un nuevo tipo de cerámica, el vaso campaniforme, extendido por toda Europa y relacionado con el comercio del metal. Hacia 1700 a. C., la metalurgia del bronce se desarrolló notablemente, destacando la cultura de El Argar (Almería) y otros poblados amurallados con torres defensivas, que muestran un incipiente urbanismo y una sociedad jerarquizada.

Cultura Talayótica

De este mismo período data la cultura talayótica de las Islas Baleares, con la construcción de murallas ciclópeas y la aparición de megalitos: talayots (torres), taulas (especie de mesas) y navetas (estructuras funerarias en forma de nave).

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