Neurobiología y Evolución del Amor Romántico: El Impacto de la Testosterona y la Dopamina en la Elección de Pareja

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La Psicología Evolutiva del Amor y la Atracción

La testosterona no se relaciona con los gustos preferenciales, sino más bien con los genéricos. Los psicólogos del Face Research Laboratory de la Universidad de Aberdeen, Reino Unido, acaban de demostrar, por ejemplo, que los altos niveles de testosterona —incluso en el mismo hombre, cuando varían en distintos momentos— se correlacionan con su gusto por los rasgos faciales asociados a la feminidad, en genérico, como ojos grandes, labios llenos, etcétera. De modo similar, muchos estudios han mostrado que los juicios de las mujeres sobre el atractivo masculino están afectados por los niveles de las hormonas sexuales.

Neurobiología de la Atracción

Varios experimentos han cartografiado las zonas del cerebro que se activan al enseñar a los voluntarios una serie de fotos de contenido erótico explícito. Aunque los resultados son complicados, una de las activaciones más reproducibles y proporcionales al grado de excitación sexual declarado por el sujeto es el llamado córtex cingulado anterior. En un experimento independiente, esta misma zona resultó activarse cuando el equipo del voluntario metía un gol, una coincidencia que admite varios tipos de interpretación. O tal vez ninguna.

El Amor Romántico: Evolución y Características

La segunda fase es el amor romántico, el amor en el sentido clásico de la palabra enamorarse. Es un rasgo humano universal, y su característica definitoria es la atracción sexual selectiva. Por esta razón, los etólogos creen probable que el amor humano haya evolucionado a partir del ritual de elección de pareja, o cortejo de atracción típico de los mamíferos. Parece confirmarlo el hecho de que, en casi todos los mamíferos, ese cortejo se caracteriza por:

  • Notable despliegue de energía.
  • Persecución obsesiva.
  • Protección posesiva de la pretendida pareja.
  • Belicosidad hacia los posibles rivales.

Pero hay una diferencia crucial. Como señala Fisher, «en la mayoría de las especies, el ritual de elección de pareja dura minutos u horas, como mucho días o semanas; en los humanos, esa fase temprana de intenso amor romántico puede durar de 12 a 18 meses». Un año y medio para elegir pareja, lo que subraya la complejidad del ritual de cortejo humano.

La Deformación Perceptiva del Amante

Según han documentado los antropólogos en 147 sociedades humanas, el amor romántico empieza «cuando un individuo empieza a mirar a otro como algo especial y único». Este estado conlleva una deformación perceptiva donde el amante:

  • Agiganta las virtudes.
  • Ignora las sombras del otro.

Además, las adversidades estimulan la pasión, y las separaciones disparan la ansiedad.

El Papel de la Dopamina

Estos signos son indicativos de un alto nivel de dopamina en los circuitos del placer del cerebro, confirmados por experimentos de imagen. Por ejemplo, enseñar a un voluntario una foto de su amada activa las rutas dopaminérgicas. Estos circuitos guían gran parte de nuestro comportamiento —ni comer nos gustaría si no fuera por ellos— y son los mismos que se activan en el ritual de cortejo o de elección de pareja de la mayoría de los mamíferos.

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