Nietzsche: Desvelando Conceptos Filosóficos Esenciales
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Devenir
En la ontología clásica se había forjado el concepto del ser como la unidad y la identidad, la realidad en la que no hay movimiento. Sin embargo, Nietzsche se mueve en la tradición de Heráclito, entendiendo el devenir como manifestación de la realidad en la que aflora la movilidad. En el texto aparece la contraposición entre el devenir y el ser: lo que es no deviene, lo que deviene no es.
Idiosincrasia
Emplea este término para referirse al carácter y el temperamento de los filósofos, lo que los caracteriza y los distingue. En el texto adopta un valor peyorativo para identificar lo que hay en ellos de engaño y falsificación.
Causa Sui
Causa de sí mismo. Expresión latina que se aplica únicamente a Dios, ser que se da la existencia a sí mismo, o que existe por su misma naturaleza. Es el ser subsistente por sí mismo; lo demás existe por causa de otro.
Cuerpo
Nietzsche reacciona contra la fobia que se había originado en la filosofía platónica y cristiana contra la materia y el cuerpo. A través del cuerpo se manifiesta el sentido de la tierra y de la vida. No es la cárcel donde el espíritu ha de expiar su culpa, sino el ámbito donde se realiza la vida humana, el verdadero sentido del ser y de la vida.
Mundo Aparente
En la filosofía platónica se considera mundo aparente al mundo real captado a través de los sentidos. En esa esfera de la realidad predominaban la apariencia, la movilidad y el cambio, signos de error y engaño. Sin embargo, las características del mundo aparente eran para Nietzsche atributos de la realidad verdadera, la única verdad existente.
Mundo Verdadero
En "El crepúsculo" se hace referencia a la división platónica de los dos mundos. Las características del mundo verdadero en el seno del platonismo, como la inmutabilidad, la unidad, la identidad y la eternidad, son para Nietzsche signos de falsedad y engaño.
Razón
La filosofía tradicional ha distinguido entre dos fuentes de conocimiento: los sentidos y la razón. Los primeros se han considerado el origen de nuestros errores. Por el contrario, la razón se ha visto como fuente de verdad. Esta facultad ha generado un mundo verdadero, lo inteligible; y los sentidos nos han presentado un mundo aparente, el devenir. Rompiendo con esa tradición, Nietzsche afirma que los sentidos son los únicos que nos atestiguan cómo es la realidad: el devenir. La verdad establecida por la razón no es más que un mundo ilusorio, producto del miedo y cuya existencia es indemostrable.
Valor
Vivir es valorar. Donde hay vida, hay valoración. La vida impone los valores que aumentan o disminuyen la potencia vital. Los valores no existen como entidades independientes, sino como manifestaciones de la vitalidad. El ser vivo valora por el mero hecho de acercarse o alejarse de algo. Es la vida, por tanto, la que crea los valores.
Vida
Donde hay vida, hay voluntad de poder, decía Nietzsche. Lo que descubre no es la vida como una entidad biológica, sino la vida en su carácter productor, como el devenir de una fuerza libre y activa. La vida se convierte en reactiva cuando se niega a sí misma.