Nietzsche y su Legado: Vitalismo, Posmodernidad y la Ruptura con Platón
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Nietzsche y la Filosofía Posmoderna: Consecuencias Teóricas y Prácticas
El pensamiento de Friedrich Nietzsche causó conmoción en la filosofía occidental. A partir de él surgieron filosofías 'vitalistas' o 'de la vida' que consideraron la vida como el nuevo y principal problema de la filosofía, como el vitalismo metafísico de Henri Bergson y el raciovitalismo de José Ortega y Gasset.
La filosofía de Nietzsche es de gran importancia por ser inspiradora de la filosofía posmoderna, integrada por pensadores como Jean Baudrillard y Jean-François Lyotard. De ella se extraen las siguientes consecuencias teóricas y prácticas:
Perspectivismo
Los filósofos posmodernos entienden que ya no hay una verdad que sea fuente indiscutible de sentido y explicación de la realidad. Ni el cristianismo ni el marxismo inspiran la cultura occidental. Surgen perspectivas plurales sobre la realidad, ninguna de ellas la verdadera. Esto se aprecia también en la expresión artística.
Antidogmatismo
Consecuencia directa del perspectivismo. Al haber diversas perspectivas de la realidad, no hay una sola verdad universal; ninguna pretende ser la única válida.
Pluriculturalismo
Tampoco hay una cultura que considerar superior, verdadera o mejor que otra. Todas son igualmente respetables.
Plurivaloración
La valoración depende de la propia perspectiva.
Ateísmo Nihilista
La idea de la existencia de Dios no rige. El catolicismo ha perdido la influencia que tuvo en el pasado. Esta situación tiene su causa en la 'muerte de Dios' propugnada por Nietzsche.
Presentismo
Siendo esta vida la única cierta y segura, debe vivirse con intensidad, valorando el momento presente, sin preocuparse del futuro (carpe diem). Nietzsche propone una razón que no debe esclavizar los instintos, sino procurar satisfacerlos de la manera más inteligente y eficaz posible.
Nietzsche frente a Platón: Un Contraste Filosófico Fundamental
Plano Ontológico
En el plano ontológico, Platón se caracteriza por su dualismo, contra el que Nietzsche arremete, ya que desprecia la vida terrenal. La realidad platónica se basa en la existencia de dos mundos: uno verdadero, que se conoce por la razón y que ofrece el conocimiento objetivo; y un mundo aparente, que se conoce por los sentidos, ofreciendo un conocimiento subjetivo y cambiante.
Ahora bien, esta realidad que Platón calificaba de aparente y engañosa, es para Nietzsche la única realidad existente. El mundo verdadero de Platón no es para él más que una invención de la razón, fruto de la decadencia del hombre. Nietzsche critica la invención de otro mundo porque es una muestra de desprecio hacia este, colocando la finalidad en otra vida.
Plano Epistemológico
En el plano epistemológico, Platón también distingue un dualismo. Hay dos formas de conocimiento que se corresponden con los dos mundos existentes. En Platón, razón y sentidos se enfrentan siempre con la victoria de la razón. Para él, solo a través de la razón es posible conocer. Los sentidos solo nos muestran una realidad aparente.
En Nietzsche, por el contrario, son los sentidos los que nos muestran la verdad, a lo que llega cada uno desde su perspectiva correspondiente; es la voluntad de poder de cada sujeto. Por lo tanto, no hay ningún motivo para otorgar un papel más importante a la razón en el conocimiento.
Plano Moral
En el plano moral, Nietzsche se opone a la moral platónica, que derivaría más tarde en la moral cristiana, por ser contranatural, contraria a la vida. Platón continúa la moral de Sócrates, adoptando el intelectualismo moral como teoría clave para entender el bien, la justicia, la verdad y la felicidad. Nietzsche considera valores morales aquellos que favorecen a la vida.