Nietzsche y la Muerte de Dios: Liberación del Hombre y Surgimiento del Superhombre

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La Muerte de Dios en Nietzsche: Liberación y Surgimiento del Superhombre

Para Nietzsche, la muerte de Dios representa una crítica radical a la religión, la moral y la metafísica. Constituye la liberación de un gran peso que abruma al hombre: el peso de la idea de un más allá, de la trascendencia objetiva. Nietzsche está absolutamente convencido de que la idea de Dios es lo que impide al hombre ser hombre, alcanzar el superhombre. Dios es el gran obstáculo para que el hombre llegue a ser el superhombre; para que el hombre viva, Dios ha de morir. No hay lugar para Dios en la cultura moderna.

Raíces de la Muerte de Dios

Las raíces de la muerte de Dios se encuentran en:

  • Renacimiento: Antropocentrismo y racionalismo, con la razón como fundamento de todo.
  • Ilustración: El poder del pueblo, no de Dios.
  • Positivismo: Solo la ciencia como fuente de verdad.

Dios había sido el pilar de toda la cultura y, según Nietzsche, nosotros lo hemos matado. Esto significa también que se han subvertido todos los valores que en él se apoyaban, para que pueda nacer el superhombre.

Crítica al Cristianismo y la Teología Platónica

Este Dios del que habla Nietzsche es la sistematización platónica e idealista de Dios y de la religión. Se rebela contra la teología cristiana, contra las formas históricas y culturales en las que el cristianismo se encarnó. Liberado de ese Dios, el hombre toma las riendas de su destino, se convierte en creador de sí mismo. Zaratustra es quien pregonará esto.

El Nihilismo como Consecuencia de la Muerte de Dios

Con la muerte de Dios se derrumban los valores que sostenían a la civilización occidental. El nihilismo puede ser interpretado como:

  1. Afirmación del propio proceso nihilista: Como consecuencia necesaria del pensamiento platónico-cristiano, es el momento de la reflexión, del distanciamiento con respecto a esa tradición.
  2. Consecuencia inmediata de la destrucción de los valores vigentes: Es el momento de la tremenda duda, de la desorientación radical y de la pérdida de sentido.
  3. Punto de inflexión hacia una nueva perspectiva del ser y del hombre: Es el momento de la nueva valoración de la vida, de la esperanza, de la gran aurora.

Esto es lo que recorre eso que Nietzsche llama la voluntad de poder. Asimismo, el nihilismo se podrá ver como:

  • Nihilismo pasivo: El agotamiento de la voluntad dará lugar a este.
  • Nihilismo activo: La potencia violenta de destrucción será lo que haga que se denomine así.

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