Nietzsche y la Subversión de la Moral: Voluntad de Poder y Ética del Inmoralista

La Ética de un Inmoralista

"Yo soy el primer inmoralista": Manifiesto contra toda moral. ¿Significa que no hay ni bien ni mal? Sí y no.

Sí: La Falsificación Moral

• Los juicios morales son una falsificación. No hay fenómenos morales; no hay nada más que una interpretación moral de los fenómenos.
• Todas las morales (a excepción de Hume, que hace depender los juicios morales de los sentimientos) defienden la razón como el lugar apropiado para elaborar normas morales.

No: Nuevos Criterios Vitales

• Podemos suponer dónde encontrará Nietzsche su bien y su mal. El hecho de que no haya verdad absoluta no significa que no haya verdades relativas; que no haya ni bien ni mal absolutos no significa que no haya bienes y males relativos.
• El nuevo criterio para determinar el bien y el mal está en la voluntad de poder: lo bueno será lo que favorece a la vida y lo malo lo que la degenera.
• Los juicios morales son síntomas de salud: si algo me perjudica, es malo; si algo me favorece, es bueno.

El inmoralismo se puede entender como naturalización de la moral: en lugar de valores morales trascendentes, valores naturales inmanentes. La propuesta del autor es recuperar el valor de los instintos.

Es una ética natural, producto de la vida, de los instintos, no de la razón. Tiene que ver más con la salud que con la filosofía tradicional.

Moral de Señores, Moral de Esclavos

Hay dos tipos de voluntades que se corresponden con dos tipos de vida: una ascendente y otra descendente. Aquellas morales que permiten una vida ascendente son superiores a las que obligan a una vida descendente.

Hay dos modos contrapuestos de definir los valores de 'bueno' y 'malo': la definición de los individuos potentes y la de los impotentes. Llamaremos a la primera moral de señores y a la segunda moral de esclavos.

• Moral de Señores

  Propia de los fuertes. Lo bueno es todo cuanto eleva al individuo, afirma la vida y expresa la voluntad de poder. Crean sus valores sin tener en cuenta lo que hagan o digan los otros. Satisfacen sus deseos y afirman su perspectiva.

• Moral de Esclavos

  Propia de los débiles y resentidos. La vida es demasiado dura y sitúan la felicidad en paraísos sobrenaturales o en la negación de los valores de los señores. Resentidos fisiológicamente, roídos de rabia, crean su moral por venganza contra los fuertes y la vida misma.

La Inocencia del Devenir

¿Son los juicios de valor sobre la vida de los señores objetivamente mejores que los de los esclavos? Según Nietzsche, no en un sentido de verdad absoluta.

Los juicios de valor no son verdaderos en sí mismos, solo indican síntomas de un tipo de vida. Nos indican qué moral necesita el sano y cuál el débil; qué moral necesita el hombre superior y cuál el hombre de rebaño. Cada tipo genera la moral que más le conviene a su condición vital; ninguno es culpable de la fortaleza o debilidad vital que posee.

Formamos parte de un devenir inocente. Cada centro de fuerza (cada individuo, cada voluntad de poder) posee su perspectiva particular, desde la cual interpreta y valora el mundo según sus intereses vitales.