Nietzsche: Las Cuatro Tesis sobre el Mundo Real y Aparente

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Las Cuatro Tesis de Nietzsche sobre el Mundo Real y Aparente

Este fragmento pertenece a El crepúsculo de los ídolos de Nietzsche. El problema filosófico que aparece es uno de los grandes principios de la filosofía occidental: la tendencia a distinguir entre mundo verdadero y mundo aparente. En este texto, Nietzsche resume su crítica a la filosofía occidental en cuatro tesis.

La primera tesis es una exposición de su crítica al platonismo: el mundo aparente (cambiante y perecedero, al que accedemos por los sentidos) es el verdaderamente real. Platón es uno de los causantes del gran error de la filosofía al crear otro mundo, desvalorizando este. La metafísica tradicional perpetúa este error, desestimando los sentidos y sobreestimando la razón. Para Nietzsche, el «mundo verdadero» y el «mundo aparente» son el mismo; la apariencia es la única realidad que puede existir.

La segunda tesis afirma que el llamado mundo real no es nada. Las características que se han asignado tradicionalmente al verdadero ser son precisamente las que muestran que no es nada, que es ilusorio.

En la tercera tesis, afirma que «inventar fábulas acerca de “otro” mundo distinto de este» es signo de instinto de calumniar la realidad, «de recelo frente a la vida». Extiende la crítica a la moral de la tradición occidental, que es reflejo del dualismo platónico-cristiano. Nos dice que al hablar de otro mundo, de otra vida, solo revela su sentimiento de venganza y odio. Se inventan ese otro mundo al no ser capaces de aceptar la vida en su continuo devenir y contradicción.

Por último, en la cuarta tesis, nos dice Nietzsche que la distinción entre mundo real y mundo aparente (ya sea al modo cristiano o kantiano) es un síntoma de decadencia y de pesimismo vital. En la tradición occidental ha primado lo racional-abstracto sobre lo vital-instintivo, pero, frente a esta actitud decadente, el artista trágico dice sí, aceptando lo terrible que pueda haber en la vida; es dionisíaco. El espíritu dionisíaco es lo opuesto a la aceptación resignada de la vida; rechaza toda renuncia o intento de fuga, exaltándola sin calumnia ni arrepentimiento.

Podemos situar este texto como parte del enfrentamiento radical de Nietzsche con la tradición filosófica occidental.

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