Nietzsche: La Tragedia Griega, los Sentidos y la Crítica a la Filosofía Occidental
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El Nacimiento de la Tragedia y la Cultura Griega
En su primera gran obra, El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música, Nietzsche ofrece una interpretación original de la cultura griega. La idea central es que la cultura griega alcanzó su máxima cumbre antes de la aparición de Sócrates y su filosofía, cuando todavía era una cultura aristocrática. Este será el modelo nietzscheano para su futura propuesta de una nueva cultura, antitética de la cultura occidental.
La Tragedia: Fusión de lo Dionisíaco y lo Apolíneo
Según Nietzsche, la cultura de la Grecia presocrática tiene su máximo exponente en la tragedia. En ésta se da una fusión armónica de dos elementos contrapuestos: lo dionisíaco y lo apolíneo.
- Dioniso: Dios de las cosechas. Su culto, celebrado en las montañas, estaba vinculado a orgías místicas que buscaban la unión con el dios, superando la individualidad. Nietzsche lo toma como símbolo de la vida, el exceso e incluso el caos.
- Apolo: Dios de la juventud, la belleza, la poesía y las artes. Representa la razón, la luz, la armonía y la individualidad.
La tragedia, por tanto, sería la unión de lo dionisíaco y lo apolíneo, una afirmación de la vida presentada de modo estético. Los griegos encontraban en la tragedia un consuelo metafísico. Este mundo se vino abajo con Sócrates, quien eliminó lo dionisíaco, dejando solo lo apolíneo. Para Nietzsche, Sócrates simboliza el gran cambio de la cultura griega: el hombre que teoriza y busca el conocimiento como valor primordial elimina al hombre trágico, que ama la vida como primera realidad.
Los Sentidos, el Cuerpo y la Crítica a la Filosofía Occidental
Las tesis de Nietzsche sobre los sentidos y el cuerpo están en plena coherencia con las ideas centrales de su pensamiento: su crítica a la filosofía occidental y su defensa del vitalismo. Nietzsche acusa a los filósofos de "egipticismo", de haber sustituido el devenir por el ser, creando el mundo platónico. Señala que estas tesis son refutadas por la evidencia de los procesos vitales: la procreación, el crecimiento, el cambio. Los filósofos, entonces, buscan un culpable, un engañador: la sensibilidad.
La Tradición Filosófica y el Desprecio de los Sentidos
Para los filósofos, los sentidos son fuente de inmoralidad. Nietzsche se refiere a la tradición filosófica que comenzó con Platón y que ha perdurado a través del neoplatonismo en la Edad Media y del racionalismo en la Modernidad. Esta tradición considera el conocimiento sensible como:
- Poco fiable: Platón pensaba que los sentidos no muestran la auténtica realidad, sino una copia. Descartes afirmaba que no debemos fiarnos de los sentidos, ya que nos engañan con frecuencia.
- Relacionado con el pueblo: Se ha considerado el conocimiento conceptual como superior al de los sentidos, propio del pueblo.
- Fuente de inmoralidad: Los sentidos están vinculados a la corporalidad.
La Revalorización de los Sentidos y el Cuerpo en Nietzsche
En contraposición a las tesis de los filósofos "tradicionales", Nietzsche revaloriza el papel de los sentidos. Los considera instrumentos de la vida, que nos dan la auténtica realidad y nos mantienen unidos al mundo. Los filósofos también han despreciado el cuerpo, considerándolo "cárcel" e "inmoral".
La invención de ese falso mundo por parte de los filósofos procede de su instinto de calumnia, parte de su idiosincrasia, que les ha llevado a vengarse. La reivindicación nietzscheana de los sentidos y el cuerpo es fundamental en su filosofía, vinculada al vitalismo y a la crítica de la cultura y filosofía occidentales.