La Novela Española de Posguerra (1939-1974): Tendencias y Autores Clave

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La Novela Española de Posguerra (1939-1974)

Tendencias, Autores y Obras Principales

El período posterior a la Guerra Civil se caracterizó por el aislamiento internacional, unas durísimas condiciones de vida y la represión política, reflejada, entre otros campos, en la censura. En la posguerra se hace evidente la ruptura con la tradición literaria anterior a la guerra, es decir, el corte con la evolución literaria de las tres primeras décadas del siglo XX. La novela de posguerra no podía enlazar con la narrativa social de los años treinta, porque estaba prohibida por el franquismo. Tampoco tuvo como referente a los autores de la Generación del 98, ya muy alejados en el tiempo, ni la estética deshumanizada de los años veinte, poco apropiada para un período triste y desesperanzado como el posterior a la guerra.

La Década de los 40

Tras la guerra, los narradores de más talla se vieron forzados al exilio. En España permanecieron novelistas de corte tradicional, que no plantearon ningún problema al régimen franquista y que tampoco aportaron ninguna renovación del género. Con una industria editorial muy pobre, la narrativa de esta década trató de reflejar la realidad de España con un tono sombrío y existencial, que acentúa el punto de vista pesimista de la época.

Dentro de este panorama, la narrativa de la posguerra podría dividirse en:

  • Novela de ideología conservadora y estilo decimonónico, como La fiel infantería, de Rafael García Serrano o Los cipreses creen en Dios, de José María Gironella.
  • Novela humorística, que tuvo un amplio público en una época triste, con autores como Wenceslao Fernández Flórez (El bosque animado).
  • La llamada Generación de los 40, que terminó marcando la evolución posterior de la narrativa española. Algunos de estos autores son:

Autores Destacados de la Generación del 40

Camilo José Cela (1916-2002)

Premio Nobel 1989. Al comienzo de su carrera se inscribe en una corriente que él llamó del tremendismo, que buscaba reflejar una visión desagradable y dura de la sociedad con un lenguaje muy crudo y situaciones sórdidas, repulsivas y violentas. A esta corriente pertenece La familia de Pascual Duarte (1942), relato enraizado en la novela picaresca, con una estructura similar al Lazarillo. En ella, un campesino extremeño, inculto y brutal, relata su vida desde la cárcel donde está condenado a muerte por asesinar, entre otros, a su propia madre. También de esa época es su libro de viajes Viaje a La Alcarria. Posteriormente, comenzada la década de los 50, publicaría una obra trascendental en el panorama narrativo español: La colmena.

Carmen Laforet

Con solo 23 años ganó el premio Nadal con Nada (1945). Narrada en primera persona, la novela cuenta la experiencia de Andrea, una joven que llega a Barcelona a vivir con su familia (abuela y tíos) para estudiar. En el transcurso de la historia, asistimos al desánimo existencial de la posguerra que sufre en carne propia la protagonista, expuesta a un sombrío panorama personal, familiar y social. Fue una de las novelas de mayor éxito de la época.

Miguel Delibes

El vallisoletano Miguel Delibes, con una producción narrativa importantísima, escribió obras en las que abundan los personajes indefensos, los ambientes humildes y el mundo rural. Se dio a conocer en los años 40 con La sombra del ciprés es alargada (Premio Nadal 1947), en la que presenta dos de sus temas recurrentes: la infancia y la muerte. Importantes son también El camino y Las ratas. Adquirió gran prestigio en los 60 con su novela experimental Cinco horas con Mario (1966).

Ana María Matute

Combina en sus obras el enfoque social con un estilo de ritmo poético que dota a su prosa de una gran sensibilidad. Se inició muy temprano con Los Abel (1948) y alcanzó gran reconocimiento en 1960 con Primera memoria, hermosa historia de amor de dos adolescentes en los tiempos de la guerra.

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