La Novela Española del Siglo XX: De la Posguerra a la Experimentación (1939-1975)

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La Novela Española: De la Posguerra a la Experimentación (Hasta los Años 70)

La Guerra Civil supuso una ruptura profunda en la evolución de la cultura española en relación con las corrientes europeas, interrumpiendo las tendencias renovadoras y experimentales que se venían gestando. Este periodo, crucial para la narrativa, puede dividirse en varias etapas clave:

Novela en el Exilio

Tras el conflicto, muchos autores se vieron forzados al exilio. En sus obras, se abordaron temas de contenido social y de recuperación de la memoria y la realidad española, aunque sin contacto directo con el mundo literario peninsular. Destaca Ramón J. Sender, en cuya vasta obra se exploran aspectos profundos de la naturaleza humana. Un ejemplo paradigmático es su novela Réquiem por un campesino español.

Realismo Tremendista (1939-1950)

Aunque coexistieron varias tendencias en la inmediata posguerra, esta etapa se caracterizó por la realidad como tema central, a menudo mostrada en sus aspectos más crudos. Fue un periodo marcado por la desorientación y la escasez, en el que el género narrativo comenzó a renacer. Destaca Camilo José Cela, quien inauguró la corriente tremendista con su impactante obra La familia de Pascual Duarte. Esta corriente se centró en mostrar la crudeza de la realidad, reflejando aspectos sombríos de la sociedad española a través de temas como la soledad, la inadaptación o la muerte. También es relevante Miguel Delibes, con obras tempranas como La sombra del ciprés es alargada.

Realismo Social (1954-1962)

Esta etapa continuó la tradición de la anterior, aunque con un enfoque renovado y una mayor preocupación por la denuncia social. Surgió bajo la notable influencia de La Colmena de Cela, que abrió nuevas vías narrativas. Se caracterizó por tres notas básicas: la concentración del tiempo, la reducción del espacio y el protagonismo colectivo. Las novelas de este periodo buscaron reflejar la situación de pobreza, las desigualdades y los problemas sociales de la época, marcando un paso del 'yo' individual al 'nosotros' colectivo.

Dentro de esta corriente, se distinguieron dos tendencias principales:

Tendencia Social

  • La literatura como herramienta para concienciar e influir en el público sobre las injusticias sociales.
  • Destaca Alfonso Grosso con La zanja.

Tendencia Neorrealista

  • Consideraba que la realidad se manifestaba a través de las vivencias personales del individuo, con un enfoque más introspectivo.
  • Temas recurrentes: la soledad, la frustración, la inadaptación y la alienación.
  • Destaca Rafael Sánchez Ferlosio con su influyente novela El Jarama.

Superación del Realismo (1962-1975)

En esta etapa, emergió un nuevo rumbo en la narrativa española, reflejado en obras emblemáticas como Tiempo de Silencio de Luis Martín-Santos o Cinco horas con Mario de Miguel Delibes. Se percibió un claro agotamiento de la novela social, dando paso a influencias más complejas y experimentales, a menudo procedentes de la narrativa europea y latinoamericana.

La novela de este periodo se caracterizó por su marcado carácter experimental y estructural. Algunos de los cambios clave que transformaron la narrativa fueron:

  • Perspectiva narrativa: Variedad de puntos de vista, con la inclusión de múltiples narradores o la alternancia de voces.
  • Ruptura de la linealidad temporal: Alteración del orden cronológico de los hechos, con saltos temporales, analepsis y prolepsis.
  • Monólogo interior directo: Acceso directo a los pensamientos, recuerdos y flujos de conciencia de los personajes.
  • Riqueza lingüística: Experimentación con el lenguaje, el estilo y los registros idiomáticos.
  • Protagonista individual: Mayor profundidad psicológica y complejidad en el desarrollo de los personajes.
  • Narrador: Mayor intervención en los hechos, a menudo con comentarios, reflexiones o juicios sobre la trama y los personajes.

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