Novela Experimental Española de los Años 60: Autores y Características

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La Novela Experimental Española en los Años 60: Superación del Realismo

Se considera que la novela experimental española comienza en 1962 con la publicación de Tiempo de Silencio, de Luis Martín Santos, y La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa, obra que marca el inicio del boom de la narrativa hispanoamericana.

Causas del Cambio en la Narrativa

¿Cuáles son las causas del cambio propiciado por autores consagrados?

  • Los lectores se cansan de la novela social y la consideran ineficaz.
  • Revalorización de la forma, recuperación de la imaginación y el subjetivismo, con la inclusión de elementos líricos.
  • Irrupción de la novela hispanoamericana y conocimiento de autores exiliados.

Características de la Novela Estructural o Experimental

De esta forma, surge la novela estructural o experimental, cuyas características son:

  • Relieve de la estructura formal.
  • Indagación de la estructura de la conciencia personal.
  • Exploración de la estructura del contexto social.
  • Se basa en la deconstrucción.

Autores Representativos de la Novela Experimental

Miguel Delibes

Miguel Delibes es el máximo representante del realismo intimista. Aborda la tristeza y la frustración en obras como La sombra del ciprés es alargada. En su segunda etapa, se adscribe al realismo social con El camino. Posteriormente, se convierte en un exponente de la novela experimental psicológica con Cinco horas con Mario.

Luis Martín Santos

Con Tiempo de Silencio, Luis Martín Santos introduce un nuevo planteamiento discursivo y técnicas narrativas innovadoras. El lector se enfrenta al texto y debe interpretar y extraer conclusiones ante la multiplicidad de voces y puntos de vista.

Juan Goytisolo

Señas de identidad, de Juan Goytisolo, reúne innovaciones formales como la multiplicidad de puntos de vista, disertaciones, monólogos y diferentes tipos de textos. En la línea deconstructiva, escribe Reivindicación del conde don Julián y Juan sin Tierra.

Torrente Ballester

Torrente Ballester es autor de La saga/fuga de J.B., una obra clave en la novela experimental española.

Los Novelistas del 68

Coincidiendo con la novela experimental, surge una generación de narradores nacidos y educados en la posguerra que viven la rebeldía contra el franquismo. Se les conoce como la Generación del 66 o del 75. Al principio, están influenciados por la novela estructural, pero con una recuperación de elementos tradicionales. Se apartan de la novela social y se centran en la estructura y el lenguaje. Posteriormente, abordan los problemas del hombre individual y aislado, reflexionando sobre el arte de la novela.

Eduardo Mendoza

Eduardo Mendoza destaca con La verdad sobre el caso Savolta, una mezcla de intriga y técnicas experimentales como el folletín, el estilo periodístico, los documentos judiciales y los discursos políticos. Otras obras notables son La ciudad de los prodigios, La isla inaudita y El año del diluvio. También escribe teatro y novela por entregas, como Sin noticias de Gurb. En La aventura del tocador de señoras y El asombroso viaje de Pomponio Flato, continúa explorando la narrativa con un estilo único.

Francisco Umbral

Según la crítica, la obra más destacada de Francisco Umbral es Mortal y rosa. También publica biografías sobre Lorca, Valle-Inclán, Larra y Gómez de la Serna. Es autor de ensayos como Diccionario de literatura y un gran periodista, expresivo, irónico y lírico, con un lenguaje inimitable, afectivo y con elementos propios y del habla popular estilizados.

Manuel Caballero Bonald

Manuel Caballero Bonald evoluciona desde la Generación del 50. Escribe poemas y destaca en narrativa con Campo de Agramante, una obra con tintes andaluces sobre una persona que oye con antelación en el tiempo. Tiene dos volúmenes de memorias: Tiempo de guerras perdidas y La costumbre de vivir.

Fernando Quiñones

Entre las obras más destacadas de Fernando Quiñones se encuentran El amor de Soledad Acosta y El coro a dos voces. En su obra, es importante la ambientación andaluza y el buen manejo de registros orales y coloquiales.

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