Nutrición Esencial en el Embarazo: Requerimientos de Proteínas, Glúcidos, Lípidos y Minerales

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Necesidades de Proteínas

Para la creación de nuevos tejidos, es necesario un aporte extra que asegure la construcción del feto y sus anexos.

En nuestra dieta, no suele haber problemas, salvo en dietas bajas en calorías o en algunas dietas vegetarianas con proteínas de baja calidad.

La necesidad de proteínas es muy elevada en los dos últimos meses (cerca de 500 g/mes). Según países y tablas, se habla de aumentos entre 15 y 25 g/día.

También puede haber problemas por exceso.

Necesidades de Glúcidos

Para cubrir sus necesidades, la mujer embarazada debe consumir entre 300 y 400 g en forma de almidones y azúcares simples.

La cantidad de azúcares simples, de digestión rápida y fácil, no debe exceder el 10% de la ingesta energética total.

En cuanto a los almidones (farináceos, leguminosas y cereales), son de digestión más lenta y tienen menos responsabilidad en la obesidad.

Necesidades de Lípidos

La mujer embarazada tiene dos funciones esenciales:

  • Función energética: Proporcionan 9 Kcal/g y contribuyen poderosamente al equilibrio del total calórico.
  • Función estructural: Participan directamente en la estructura y, por lo tanto, en el funcionamiento de las membranas celulares.

Una ingesta lipídica que represente entre el 20% y el 25% de las cantidades energéticas totales proporciona poco más de 70-80 g de grasas al día.

Debemos intentar limitar el consumo de grasas, manteniendo un equilibrio correcto entre los diversos ácidos grasos. Esto nos lleva a diversificar las fuentes y a repartir equitativamente en nuestra alimentación los lípidos de origen animal y vegetal.

Necesidades de Minerales

Calcio

El calcio (Ca) suministrado al feto proviene de la alimentación de la madre y de sus reservas óseas.

Si las ingestas alimentarias son demasiado bajas, la demanda a las reservas es excesiva y perjudicial para las madres.

La necesidad diaria de la mujer embarazada será de 1200 mg/día, lo que implica un prudente suplemento de 400 mg al día.

A pesar de que se sabe que la absorción de este mineral aumenta hasta un 50% y también ocurre una mejora de la absorción renal.

Este calcio extra absorbido se almacena en el hueso materno y se moviliza en el tercer trimestre.

Para una buena asimilación del calcio (Ca), es necesaria una ingesta simultánea de proteínas, lactosa y vitamina D.

Hierro

Se estima generalmente que entre un 20% y un 30% de las mujeres embarazadas presentan una deficiencia de hierro (Fe).

Las mujeres tienen con frecuencia una reserva muy escasa de hierro (Fe) al inicio de su embarazo, lo que les impide satisfacer su necesidad creciente en el curso de la gestación y las expone a un riesgo de desarrollar anemia.

Las necesidades crecen considerablemente en el embarazo a causa del aumento de la masa sanguínea de la madre y de las necesidades del feto y de la placenta.

Las necesidades de hierro (Fe), expresadas como el Fe realmente proporcionado por la alimentación, se estiman en: 80 mg el primer trimestre, 320 mg el segundo trimestre y 585 mg el tercer trimestre.

Se aconseja un incremento del 50% de los valores normales, a pesar de que fisiológicamente ocurre una mayor absorción intestinal, por lo que se suele suplementar con hierro medicinal.

Cinc

Se aconseja un incremento de la Ingesta Recomendada (IR) de un 40%, pues su déficit se relaciona con niños a término con bajo peso.

Es necesario para la embriogénesis y el desarrollo del feto.

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