Obras Maestras del Arte Moderno: Sagrada Familia, La Noche Estrellada y El Grito
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Obras Maestras del Arte Universal
La Sagrada Familia (1883-1926, Barcelona)
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia es la obra más importante del Modernismo catalán, a la cual Antoni Gaudí dedicó la mayor parte de su vida. Trabajó en ella hasta su muerte. Es una iglesia de cinco naves, tres fachadas y dieciocho torres, considerada la obra más personal de Gaudí.
Inicialmente, Francisco de Paula del Villar y Lozano diseñó el proyecto. Sin embargo, en 1883, tras desacuerdos entre Villar y Rocabella, Villar dimitió y Gaudí fue encargado de la obra. Gaudí terminó la cripta y modificó los capiteles, replanteando el proyecto para superar lo que él consideraba las deficiencias del gótico.
Concibió este templo como un conjunto de columnas arborescentes inclinadas, cuyas ramas sujetan un follaje de bóvedas parabólicas. Las columnas están inclinadas para evitar problemas de derrumbe, emulando la estabilidad de los troncos de los árboles. Las bóvedas son superficies hiperboloides con aberturas superiores que permiten una mejor entrada de luz. La estructura se acompaña de un profundo sentido litúrgico, donde cada piedra tiene un significado religioso.
Gaudí imaginó una iglesia de planta de cruz latina con siete capillas absidiales. A finales de 1919, perfeccionó la plástica del templo, buscando el equilibrio. En esta época realizó:
- Las cubiertas de la sacristía.
- Cinco cimborrios centrales.
- La última solución para el tramo de naves interiores, donde la clave es un hiperboloide elíptico.
En el exterior, las fachadas del Nacimiento y de la Pasión tienen tres puertas que corresponden a la Fe, la Esperanza y la Caridad. El cuerpo central continúa con cinco naves y está cerrado por el Portal de la Gloria, que aún no se ha realizado.
Las dieciocho torres están dedicadas: doce a los Apóstoles, cuatro a los Evangelistas, una a Jesucristo y una a la Virgen María. La puerta más monumental es la del Portal de la Gloria, con un símbolo de agua que representa la naturaleza.
La concepción de la Fachada del Nacimiento es casi más escultórica que arquitectónica, predominando las formas vegetales que enmarcan las estructuras religiosas y destacando el nacimiento de Jesús. Esta fachada se terminó en 1926. Gaudí pretendía que esta obra fuera la manifestación de la arquitectura en el grado más alto de perfección moral y religiosa. Murió mientras tomaba apuntes del exterior de la basílica, tras ser atropellado por un tranvía.
La Noche Estrellada (1889, MoMA de Nueva York, EE. UU.)
Es una obra pintada en 1889 por el pintor holandés Vincent Van Gogh, trece meses antes de su suicidio, y es un referente del movimiento postimpresionista.
La obra se divide en dos planos diferenciados, separados por las líneas de las montañas. Gran parte del cuadro la ocupa el cielo estrellado. En la mitad inferior se encuentra el pueblo, con casas de trazos rectos y un campanario. En un primer plano, aparecen unos cipreses con formas parecidas a llamas que unen ambos planos. En el cielo vemos dos espirales, y a la derecha, la luna parece confundirse con el sol.
Van Gogh utiliza la técnica del óleo, con empaste y pinceladas cortas que demuestran gran expresividad. En el cuadro predominan los colores azules, verdes, grises y celestes, pero también utiliza naranja y amarillo para las estrellas. Podemos observar cómo el color y la mancha, con pinceladas cortas, sustituyen al dibujo, de forma que solo algunas líneas oscuras sirven para dar forma a los elementos más físicos y materiales.
El artista nos muestra la noche de una manera sentida. Destacan las líneas curvas y rectas a base de rayas. Nos presenta una imagen de contraste entre la ciudad oscura y dormida, iluminada por las luces de algunas casas, representadas por pequeñas manchas horizontales amarillas. Hay un movimiento que parece recorrer el cuadro, y el ciprés parece servir de conexión entre el mundo terrenal y celestial. Parece que el artista nos quiere mostrar la actitud del hombre ante el espectáculo de la naturaleza que se celebra ante sus ojos.
El Grito (1893, Museo Nacional de Estocolmo)
Es un cuadro existencialista.
Composición
La figura principal se encuentra centrada, pero las barandillas y las curvas del fondo transmiten un gran dinamismo.
Línea
Hay una fuerte contraposición entre las líneas rectas de la izquierda y las ondulaciones de la derecha, que hacen mover al ojo por la superficie del lienzo.
Color y Luz
En cuanto al color, hay una contraposición de gamas frías y cálidas que contrastan entre sí. Los colores son antinaturalistas. La luz no tiene un foco determinado ni emplea el claroscuro.
Perspectiva y Figuras
La perspectiva crea una fuerte sensación de espacio y desasosiego con movimientos rápidos. Las figuras, sin detalles y deformadas, parecen llamas; destacan las manos y la cara. La obra representa la angustia y la soledad ante la vida y la muerte, con colores irreales y violentos, mientras al fondo la vida continúa.