Obras Maestras del Renacimiento Italiano: Leonardo da Vinci y Miguel Ángel

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La Gioconda de Leonardo da Vinci

La Gioconda (Leonardo da Vinci) es un óleo sobre tabla que retrata a una mujer en posición de tres cuartos (ni de frente ni de perfil). El artista crea un tipo de retrato de busto entero que tendrá gran influencia posteriormente, donde es novedosa la actitud de las manos en la silla. Se advierte una gran idealización: forma oval del rostro y sonrisa enigmática. El tratamiento de la luz y la técnica del sfumato, que difumina y suaviza las facciones, crean un velo atmosférico que envuelve toda la escena, dotándola de un aura de misterio que contrasta con su volumen. El paisaje es también una consecuencia directa de la perspectiva aérea y constituye un elemento de inquietud formal, primero porque el paisaje parece independiente del rostro. Es una pintura renacentista italiana del Cinquecento. La Gioconda, de Leonardo da Vinci, data del siglo XVI. El robo que sufrió y las parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del mundo, visitado por millones de personas anualmente.

A medio camino entre el Quattrocento y el Cinquecento aparece la figura extraordinaria de Leonardo da Vinci. Entre las aportaciones más importantes que desarrolla en la pintura están: una nueva perspectiva aérea y la técnica del sfumato. Son muchas las teorías sobre la identidad de la modelo: desde que representa a la madre de Leonardo, a que en ella se autorretrata, dando pie a su homosexualidad, y la más aceptada, que era la esposa de Francesco del Giocondo y que su nombre era Mona Lisa. Otras obras importantes del autor son: La última cena y La Virgen de las Rocas. El Cinquecento coincide cronológicamente con las primeras décadas del siglo XVI, un momento de plenitud artística.

Bóveda de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel

La Bóveda de la Capilla Sixtina es una pintura mural al fresco sobre la bóveda de una capilla. Rompe con la tradicional subordinación de la pintura mural al marco arquitectónico, concebido como un espacio compartimentado en el que se presenta un tema sin alterar el efecto óptico de la arquitectura. El artista crea pictóricamente su propia arquitectura, fingiendo por medio de la quadratura su propia estructura arquitectónica con correspondencia con la dinámica de las figuras. La composición se organiza de la siguiente manera:

  • En la parte central, 9 escenas del Génesis: La creación, La expulsión del paraíso, La creación de Adán, etc.
  • Entre los arcos fingidos, que separan estas 9 escenas, se sitúan los jóvenes desnudos y pensativos que simbolizan la eterna humanidad.
  • En las zonas laterales aparecen formando parejas opuestas que representan la fusión de las tradiciones clásica y cristiana.

Técnicamente destaca la concepción escultórica de las figuras, modeladas volumétricamente con un enérgico dibujo y un claroscuro. El color rompe con las leyes clásicas de la armonía cromática: es agresivo, chillón, agudizando la sensación de inquietud. La luz, de violentos contrastes, proporciona dramatismo y dinamismo. Es una pintura renacentista italiana del Cinquecento. Los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina de la Basílica del Vaticano son obra de Miguel Ángel. En esta composición están muy presentes todas las raíces del Manierismo. Las pinturas realizadas por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina fueron el símbolo de la pintura renacentista y el principio del Manierismo.

El Juicio Final de Miguel Ángel

El Juicio Final de Miguel Ángel es una pintura mural que representa el tema del Juicio Final, con unas 400 figuras, siguiendo esta composición:

  • En las lunetas superiores, grupos de ángeles llevan instrumentos de la Pasión.
  • En el centro, en la parte superior, el mundo celestial rodea la figura de Cristo Juez, que recuerda las representaciones clásicas de Zeus o Júpiter.
  • Debajo, a su derecha, están los elegidos que suben al cielo y a su izquierda los condenados que se precipitan al infierno.
  • En la parte inferior, a la derecha, Caronte se dispone a trasladar en su barca las almas condenadas al infierno y a la izquierda se representa la resurrección de los muertos.

La composición se desarrolla contra un cielo plano sobre el que resaltan volumétricamente las figuras, colosales y agitadas. La estructura compositiva es compleja, se divide en bandas horizontales que se van estrechando hacia abajo. Es una pintura renacentista italiana del Cinquecento. El fresco del Juicio Final, en el testero de la Capilla Sixtina de la Basílica del Vaticano, es obra de Miguel Ángel y data del siglo XVI. Se proyectó para cubrir la pared del fondo de la capilla hasta el arranque de la bóveda. En El Juicio Final se ensayan todas las posibilidades de movimiento, actitud y agrupación de la figura humana.

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