El Ocaso de la Dictadura de Primo de Rivera y el Amanecer de la Segunda República Española
Clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 4,62 KB
La Dictadura de Primo de Rivera: Economía y Caída
Política Económica y el Auge de los "Felices Años Veinte"
En cuanto a la política económica, esta quedó en manos de dos tecnócratas: José Calvo Sotelo y Eduardo Aunós. Llevaron a cabo lo que se conoció como los "Felices Años Veinte", un periodo de auge y especulación financiera. La economía era intervencionista y tenía como claro objetivo crear una autarquía. Para ello, en primer lugar, se estableció un duro proteccionismo. En segundo lugar, se concedieron ayudas estatales a las empresas nacionales. Se crearon monopolios públicos con función económica y política, y se fomentó la creación de obras públicas. En 1929, Primo de Rivera, para mostrar el éxito económico español, consiguió la celebración de dos exposiciones en España: la Iberoamericana de Sevilla y la Internacional de Barcelona. Sin embargo, en octubre de 1929, se hundió Wall Street, dando lugar a una crisis económica mundial.
El Declive y la Oposición Creciente
Impacto de la Crisis de 1929
La dictadura de Primo de Rivera caería debido a la crisis de 1929, que provocó una huida de capital exterior, quiebras empresariales y un aumento del paro. Esto generó un gran malestar social, incluso entre la masa neutral que apoyaba a Primo de Rivera. Por lo tanto, la oposición era cada vez más fuerte.
Focos de Oposición a la Dictadura
Se oponían:
- Los Republicanos: En 1929 ya había surgido la figura de Manuel Azaña, quien investigó por qué fracasó la Primera República e intervino para que se mantuviera la Segunda República, llevando a cabo la Alianza Republicana.
- Los Intelectuales: Constituyeron un segundo foco de oposición, creando la FUE (Federación Universitaria Española), compuesta por figuras como Ortega y Gasset, Valle-Inclán y Unamuno. Ortega y Gasset fue clave en la movilización de los intelectuales a favor de la Segunda República.
- El Catalanismo: Que Primo de Rivera había prohibido. Francesc Macià creó un partido (Estat Català) y llegó a proclamar la República Catalana durante unas horas, siendo Lluís Companys una figura destacada.
- Los Anarquistas: Estos se dividieron. Por un lado, la CNT, y por otro, Ángel Pestaña, quien no apoyaba la república y en 1927 creó la FAI.
- El Ejército: También se opuso a la dictadura, pero solo a Primo de Rivera, no a Alfonso XIII (la oposición monárquica). El sector juntero y la artillería protagonizaron el pronunciamiento de 1926 (la Sanjuanada).
- El PSOE: Tuvo dos actitudes frente a la dictadura: la de Largo Caballero, más colaboracionista a través de la UGT, y la de Indalecio Prieto, más opositora. Este último tomó las riendas del partido y estableció un pacto con los republicanos.
Transición a la Segunda República
El Pacto de San Sebastián y la Dimisión de Primo de Rivera
El 17 de agosto de 1930 tuvo lugar el Pacto de San Sebastián, donde se acordó que la única opción era una república democrática y social, que garantizara derechos sociales, civiles y políticos. Todo esto, sumado a la crisis y la oposición, llevó a la dimisión de Primo de Rivera y a su exilio.
El Gobierno de Berenguer y el Fin de la Monarquía
Cuando Primo de Rivera dimitió, Alfonso XIII contaba solo con un sector muy reducido del ejército. Por ello, creó un gobierno de concentración y nombró presidente al general Dámaso Berenguer, cuyo objetivo era salvar la monarquía volviendo a la Constitución de 1876. Pero Ortega y Gasset criticó la actuación del Rey y difundió el ideal republicano en su famoso artículo «El error Berenguer». Berenguer dimitió y el almirante Juan Bautista Aznar tomó el gobierno, convocando elecciones municipales para democratizar la monarquía. Se produjo una victoria de la coalición republicano-socialista. Debido a esto, Alfonso XIII se exilió el 14 de abril de 1931, el mismo día en que se proclamó la Segunda República Española.