Ontología, Gnoseología y Antropología: Perspectivas Filosóficas Clave
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La Realidad (Ontología)
Posición Sofista
No hay una realidad objetiva e independiente del sujeto que conoce, ni un ser verdadero, único e igual para todos. El ser es fluir y continuo cambio, reducido a sus distintos "apareceres" o manifestaciones ante los sujetos (fenomenismo).
Posición Platónica
Dualismo ontológico (división y separación del ser en sensible e inteligible). La única realidad verdadera es el ámbito inteligible porque es el único universal, necesario, inmutable e independiente de los sujetos (idealismo). Esta realidad recibe su ser del Bien, por tanto, el ser sólo lo es en cuanto que es bueno (ontología teológica). El mundo sensible es un ámbito de segundo orden consecuencia del inteligible, del que recibe su esencia gracias a la participación.
Posición Aristotélica
Crítica al dualismo: es contradictorio que la esencia de lo sensible, las Ideas, esté separada de aquello de lo que es causa. Frente al dualismo propone el hilemorfismo (la sustancia primera está formada por forma y materia). Lo sensible, por tanto, queda recuperado porque en ese ámbito convive lo temporal y mutable (el individuo concreto, la sustancia) con lo universal y necesario de lo inteligible (su forma).
El Conocimiento (Gnoseología)
Posición Sofista
No hay conocimiento verdadero en términos absolutos, sino que depende del sujeto, cuyo conocimiento arranca de la experiencia sensible, que es siempre particular y privada (subjetivismo), y depende de sus características socioculturales e históricas (relativismo). Aunque existiera esa realidad objetiva, necesaria e inmutable, sería inaccesible, ya que el conocimiento sensible sólo ofrecería al sujeto un aspecto de esa realidad objetiva (fenomenismo). Por tanto, el conocimiento, entendido como algo necesario y universal, es imposible (escepticismo).
Posición Platónica
La verdad es universal y necesaria. Por tanto, sólo el conocimiento de los seres inteligibles es verdadero, ya que esos son los únicos verdaderos (idealismo). Del mundo sensible sólo es posible una opinión, conocimiento no verdadero. Este sólo es útil como medio para la reminiscencia. La verdad del conocimiento depende de la verdad de los seres (objetivismo). A ese conocimiento sólo se llega a través del alma racional. Los sentidos inducen al error (racionalismo).
Posición Aristotélica
Coincide con Platón al afirmar que la verdad es universal y necesaria. El conocimiento más elevado es el inteligible, la ciencia. Pero se separa radicalmente al afirmar que ese conocimiento se consigue a partir de lo sensible mediante la abstracción de las formas (esencias) de la sustancia primera. Lo sensible no es sólo ocasión para el recuerdo sino fuente de verdad. Su enfoque, por tanto, es más empirista ya que recupera el papel de lo sensible y de los sentidos.
El Ser Humano (Antropología)
Posición Sofista
No existe una naturaleza común y universal a todos los hombres. Cada ser humano es fruto de una educación en su contexto sociocultural. En él configura su personalidad y así se convierte en un hombre. No hay "un modo natural" de ser hombre. Aunque tal naturaleza existiera, no podría ser conocida.
Posición Platónica
Dualismo antropológico. La verdadera identidad del hombre es su alma, de estructura tripartita. El alma racional, que es inmortal, es la fuente del verdadero conocimiento. Para alcanzarlo tiene que luchar contra el cuerpo y sus sentidos. La vida se convierte así en un camino de separación de lo corpóreo.
Posición Aristotélica
Crítica al dualismo: el ser humano es una unión sustancial de cuerpo y alma (hilemorfismo). Aunque unidos, el alma es la forma del cuerpo. Gracias a él, que es pura potencia, el alma humana, que es racional, desarrolla sus capacidades. Fuera del cuerpo, el alma no puede realizar sus funciones, por eso es mortal.