La Oposición al Franquismo: Del Exilio a la Resistencia Interna
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En la década de 1940 y 1950, el desmantelamiento de los partidos políticos y sindicatos, el exilio y la dura represión dificultaron la organización de la oposición interior.
El Exilio Republicano y la Resistencia Interior
En el exterior, el gobierno de la República en el exilio esperaba el triunfo de las democracias en la Segunda Guerra Mundial con la esperanza de que éstas acabaran después con la dictadura de Franco. Pero en 1945 llegó la decepción al no producirse esa intervención. Los sucesivos gobiernos en el exilio tendrían un carácter meramente simbólico.
En España se formó un grupo de guerrilleros, compuesto por anarquistas y comunistas, que se refugiaron en las montañas para huir de la represión y mantener la guerra contra el régimen. Estos guerrilleros, conocidos como maquis, mantuvieron la resistencia armada con la confianza de que al acabar la Segunda Guerra Mundial los aliados penetrarían en España. Las acciones guerrilleras se intensificaron a partir de 1945 y obligaron a movilizar importantes efectivos del Ejército y la Guardia Civil para combatirlas. Poco a poco las partidas fueron capturadas o exterminadas y a partir de 1947 la actividad decayó. El PCE renunció a la táctica guerrillera en 1948.
La resistencia política en el interior era difícil de organizar por la feroz represión. Los cuadros dirigentes de partidos y sindicatos habían muerto en la guerra, ejecutados posteriormente, o bien se encontraban en prisión o exiliados. No obstante, la CNT y el PCE (el PSOE en menor medida) consiguieron organizar pequeñas células de resistencia que organizaron tímidas huelgas, duramente reprimidas. Cabe mencionar las revueltas estudiantiles de 1956 en la universidad. Aunque estos movimientos eran débiles y escasos, sentaron las bases de los importantes movimientos de los años 60.
La Oposición Monárquica
La oposición monárquica, tras el manifiesto de Lausana, firmó un pacto con el PSOE, el PNV y otros grupos republicanos para restaurar un régimen constitucional. Sin embargo, cuando Don Juan aceptó la sucesión monárquica en la persona de su hijo Juan Carlos, esta oposición se diluyó y los monárquicos quedaron integrados en el sistema.
La Década de los 60: Reactivación y Nuevas Formas de Oposición
La década de 1960 significó la progresiva consolidación del movimiento de oposición al franquismo desde distintas opciones. La reactivación económica y la discusión de los primeros convenios colectivos significaron un aumento de la movilización obrera.
La flexibilización de la legislación laboral hizo que las huelgas se multiplicaran y, aunque era un derecho no reconocido, dejaron de ser delitos. En 1962 nació la organización Comisiones Obreras, que se convirtió en referencia para la lucha obrera, por lo que fue perseguida. Junto a las movilizaciones obreras, apareció un movimiento estudiantil democrático. En 1966 se constituyó el Sindicato Democrático de Estudiantes.
La Reunión de Múnich de 1962
La reunión de Múnich de 1962 fue el acto político más importante de la oposición moderada de estos años. En Múnich se debatieron las condiciones políticas que debían darse en España para entrar en el Mercado Común Europeo.