La Oratoria Griega Clásica: Maestros de la Persuasión y su Impacto en la Democracia Ateniense
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La Oratoria Griega Clásica: El Arte de la Persuasión en la Democracia Ateniense
El desarrollo de las instituciones democráticas en la antigua Grecia ensanchó la esfera de la oratoria, convirtiéndola en una habilidad esencial. Todo hombre público tenía la imperiosa necesidad de persuadir a los jurados y convencer a la asamblea del pueblo soberano. Este auge de la oratoria forma parte intrínseca del Movimiento Sofístico, cuyos exponentes fueron pioneros en la invención y difusión de las teorías del habla en público.
Orígenes y Primeros Maestros
Aristóteles atribuye los primeros pasos de la retórica a dos sicilianos, Córax y Tisias, quienes se comprometían a enseñar a sus clientes el modo de ganar los pleitos jurídicos. En Atenas, la oratoria desempeñó una función peculiar y central en la vida cívica.
Estructura del Discurso Ateniense
Un discurso ante un tribunal, por ejemplo, constaba generalmente de cuatro partes fundamentales:
- Prefacio: Introducción y captación de la benevolencia del auditorio.
- Narración: Exposición de los hechos.
- Prueba: Presentación de argumentos y evidencias.
- Epílogo: Conclusión y apelación final.
Un discurso político, por su parte, solía comprender, además, la invectiva. La extensión y el equilibrio entre las partes eran objeto del mayor cuidado, y cada tipo de discurso poseía su propio estilo y vocabulario apropiado. La antigua oratoria difería significativamente de la moderna en muchos conceptos.
Grandes Oradores de la Grecia Clásica
Antifón
El primer orador que sacó partido de la nueva educación sofística fue Antifón. En el año 411 a.C., contribuyó significativamente al derrocamiento del sistema democrático en Atenas, y al año siguiente fue ejecutado por traición. Lo poco que de él conservamos se divide en dos grupos: uno lo forman tres tetralogías o conjunto de cuatro piezas oratorias escritas como ejercicios teóricos sobre casos imaginarios.
Andócides
Otro personaje público del que algo conocemos es Andócides. Los críticos de la antigüedad lo consideraban demasiado simple en su estilo.
Lisias
Muy diferente es su contemporáneo Lisias, un escritor profesional de discursos (logógrafo), de quien hablaremos con más detalle en otros contextos. Lisias era conocido por su estilo claro y su habilidad para adaptar el discurso a la personalidad de su cliente.
Iseo
A la misma generación pertenece Iseo, de quien sobreviven once discursos, todos referentes a testamentos y herencias disputadas. No poseía grandes méritos como escritor, y su obra, más que a la historia literaria, corresponde a la historia del derecho. Como Lisias, usaba el vocabulario corriente, pero más que un orador, era un litigante.
Isócrates
Mucho más talento encontramos en Isócrates (436-338 a.C.), quien llegó a tener una gran influencia política y educativa. Sus principios retóricos, conocidos como "isocráticos", fueron aplicados en la práctica por oradores posteriores. Por ejemplo, en los discursos patrióticos de Licurgo, los principios isocráticos fueron puestos en práctica. El único discurso que conservamos de Licurgo es Contra Leócrates.
Hipérides
Su contemporáneo y aliado político, Hipérides, solo es conocido en fragmentos. Sus discursos mejor preservados son Contra Atenógenes y la Oración Fúnebre. El estilo de Hipérides era muy estimado entre los antiguos por su elegancia y gracia.
Los Pilares de la Oratoria Griega
Pero los representantes por excelencia de aquel mundo de la oratoria fueron, sin duda, Demóstenes y Esquines, cuyas confrontaciones retóricas marcaron un hito en la historia de la elocuencia griega.