La Oratoria y Retórica en la Antigua Roma: Formación, Escuelas y Legado

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La oratoria es el arte de hablar con elocuencia. En una sociedad como la romana, en la que existían asambleas políticas y tribunales, el dominio de la oratoria era fundamental. Para los romanos, un orador debía reunir cuatro cualidades:

  • La seriedad
  • La dignidad
  • La superioridad
  • La rectitud

Sin embargo, los oradores sabían que, para convencer al auditorio, era crucial saber defender sus argumentos, "su razón". Por ello, se formaban técnicamente, adquiriendo un conjunto de conocimientos para hablar bien, es decir, de retórica, definida por los griegos como "el arte de persuadir mediante la palabra".

La Enseñanza Superior en las Escuelas de Retórica Romanas

Para los romanos, la enseñanza superior se impartía en las escuelas de Retórica. A estas solo accedían los jóvenes pertenecientes a familias acomodadas y con pretensiones políticas. El rhetor era el profesor que enseñaba a sus discípulos la técnica oratoria. La técnica de la oratoria es un complicado sistema de reglas y procedimientos tradicionales, que ya habían puesto en práctica los antiguos sofistas griegos.

Ejercicios Prácticos en la Formación Oratoria

Los alumnos componían, memorizaban y recitaban discursos sobre temas ficticios. El maestro corregía la pronunciación, el tono de voz, los gestos y cuantos defectos observase. Estos ejercicios escolares recibían el nombre de suasoriae y controversiae.

  • Suasoriae: Ejercicios para principiantes, consistían en consultas imaginarias hechas a personajes famosos, históricos o legendarios, quienes debían explicar las razones que les inducían a tomar una decisión en un momento determinado.
  • Controversiae: Prácticas oratorias destinadas a alumnos de nivel más avanzado, que generalmente tenían un contenido jurídico.

Estos ejercicios contribuían a desarrollar la agilidad mental, la facilidad de palabra y la capacidad dialéctica del alumno, proporcionándole la disciplina necesaria para exponer los argumentos del modo más adecuado.

Evolución y Escuelas de la Oratoria Romana

En Roma, las escuelas de retórica comenzaron a funcionar en el siglo I a.C. En ellas se formaban los futuros oradores, no solo en técnicas retóricas, sino que también recibían una formación sólida en derecho, historia, filosofía y literatura.

Las Dos Grandes Escuelas de Oratoria: Asiática y Ática

En la oratoria se distinguen dos escuelas principales:

La Escuela Asiática
Se caracteriza por tender a períodos largos, grandilocuentes y con gran ritmo oratorio. También presenta un estilo más colorido, exagerado, inventivo, con abundantes figuras estilísticas, y sus argumentos se guían más por la imaginación. Esta escuela se encontraba en Pérgamo.
La Escuela Ática
Se caracteriza por el desprecio de los adornos de estilo, promoviendo un clasicismo sobrio. Fomenta la sencillez, la concisión, el vigor y fundamenta la elocuencia en el conocimiento profundo del asunto. Esta escuela se encontraba en Atenas.

Estos entrenamientos eran esenciales para el futuro abogado o político, quien pronto tendría que enfrentarse a los problemas de la vida real. Su formación se completaba en el Foro, donde tenían ocasión de escuchar los discursos de oradores famosos. Con la instauración del régimen imperial, cesaron las rivalidades electorales, lo que conllevó una disminución de la actividad oratoria. La retórica se refugió en las escuelas, donde se fue convirtiendo en un puro artificio, carente de vida.

Grandes Exponentes de la Oratoria Romana

Sus mayores exponentes son: Marco Tulio Cicerón y Quintiliano.

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