La Oratoria y el Teatro en la Antigua Roma
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La Oratoria:
Los estudiosos distinguirían tres escuelas oratorias:
- La aticista preconizaba la simplicidad formal
- La asianista, el exceso ornamental
- La rodia se situaba en un punto intermedio
En Roma, ya en el siglo 4 a.C., Apio Claudio el Ciego, el censor, alcanzó gran prestigio como orador. Más tarde destacaron el severo Catón el Censor del siglo 2 a.C., los reformistas hermanos Graco de finales del siglo 2 a.C. o Julio César. Desde el siglo 2 a.C., los oradores romanos eran instruidos en las escuelas griegas o por maestros griegos emigrados a Roma. El mayor de los oradores romanos fue Cicerón del siglo 1 a.C. Abogado y político conservador, siendo cónsul hizo fracasar la conjura de Catilina. Enfrentado tras la muerte de César con Marco Antonio, éste lo hizo matar. Es autor de discursos, tratados retóricos y filosóficos, epístolas literarias… Durante el Imperio, la retórica se mantiene en sus manifestaciones de lucimiento, como base de la educación o a través de su influjo en la literatura.
El Teatro:
En el siglo 4 a.C., para aplacar a los dioses por una epidemia, los romanos llevaron actores etruscos para que danzaran. Más adelante, jóvenes romanos los imitarían con diálogos improvisados o una actuación dramática, con música pero sin trama. En el 240 a.C., Livio Andrónico introduce la obra dramática con argumento, refundiendo tragedias y comedias griegas. Después, Nevio crea el drama nacional romano, la fábula praetexta. Los mayores autores de comedias romanos fueron Plauto y Terencio, quienes escribieron imitaciones de comedias griegas, fabulae palliatae (obras de traje griego). Excepto en los mimos y la comedia tradía, actúan solo hombres, generalmente esclavos. De ser hombres libres, tenían una pésima reputación. Al principio, se identificaba al personaje por la peluca y más tarde acaso por la máscara. Los actores de tragedias llevaban largas túnicas y altos zuecos, y los de comedia, vestidos corrientes y zapatos de tacón bajo. En época de César, la tragedia y la comedia, los géneros mayores, son sustituidos por otros más populares, farsas atelanas o mimos.